Una nueva compañía, de nombre 3-101-622925 S. A., estrena operaciones desde ayer con el reto de normalizar el abastecimiento del gas licuado de petróleo (GLP) en Costa Rica.
Esta gasera podrá trabajar durante un año, según se establece en el permiso provisional que le otorgó el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
La compañía entrante –de capital costarricense y extranjero– adquirió la marca y la operación de dos firmas que funcionaban aquí pero perdieron su concesión: Petrogas y Solgas.
Por eso, 3-101-622925 S. A. ya es propietaria de 17.500 cilindros que están en uso, 6.000 nuevos, 42 vehículos de transporte de envases, cinco camiones cisterna y cuatro graneleros.
Sus dos planteles estarán ubicados en La Lima de Cartago y en Guácimo de Limón, con capacidad para almacenar hasta 60.000 galones del carburante.
Una vez que opere al 100%, la firma podrá envasar 3.000 cilindros al día, con lo que abastecería al 20% del mercado nacional.
Su vocero, Hugo Levy, aseguró a La Nación que la gasera comenzó a envasar y a ubicar comercios con faltantes desde ayer por la tarde, pero que las mejorías en el abastecimiento no serán visibles sino hasta la próxima semana.
Para obtener la concesión permanente, esa empresa deberá importar 1.500 cilindros nuevos cada mes, durante el siguiente año. Esto con el fin de remozar el parque nacional de envases.
En el país operaban hasta ahora dos compañías: Gas Zeta –que cubre el 72% de la demanda– y Gas Tomza, encargada del 28%.
Conflicto legal. El permiso temporal para una tercera firma busca normalizar el abasto, que se ha visto afectado desde el 23 de abril debido a una pugna entre la pareja propietaria de Gas Zeta, lo que ha dejado sin carburante a la mitad de los consumidores del país.
“No podemos permitir que un conflicto familiar afecte un servicio público y la economía; eso no puede ocurrir más. Hay que hacer los cambios necesarios, vía reglamento o ley”, dijo Édgar Gutiérrez, ministro de Ambiente.
El jerarca aseguró que “el mercado del gas siempre ha estado abierto” pero que han escaseado ofertas, por lo que invitó a nuevas compañías a entrar al mercado.
De hecho, otras dos realizan los trámites para obtener una concesión, pero el Minae todavía no da detalle de cuáles son.
Mientras tanto, producto del conflicto legal en curso, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) sigue sin surtir a varios de los camiones de Gas Zeta.
José Manuel Hernando, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), manifestó que, ante la falta de gas, muchos de sus afiliados han tenido que paralizar sus operaciones y enviar a sus trabajadores a la casa.
“Nos preocupa que un problema de índole privado puede llegar a desabastecer de energía a gran parte de la industria alimentaria. Esto pone en evidencia la debilidad institucional del país por la ausencia de más empresas en el mercado para garantizar el abastecimiento eficiente de gas, que es tan importante para el sector alimentario”, expresó Hernando.Añadió que en el país “necesitamos un mercado mucho más abierto y competitivo en el sector de la energía”.