Cartago
El presidente Luis Guillermo Solís no dará discurso en la celebración del 2 de agosto en Cartago. Tampoco lo harán los mandatarios que lo sucedan.
La decisión la tomaron los obispos con la idea de no mezclar "asuntos de fe y política" y permitir la vivencia de una "celebración litúrgica", informó José Francisco Arias, rector de la basílica de los Ángeles, la mañana de este miércoles.
El acuerdo de la Conferencia Episcopal le fue comunicado al presidente el 28 de mayo, en la misma carta en la que se le invitó a participar en la celebración eucarística del 2 de agosto.
"Como usted bien sabe, Señor Presidente, algunos generadores de opinión y medios de comunicación han convertido esta celebración en un "meeting político", una especie de rendición de cuentas del Estado a la Iglesia y no pocas veces, han instrumentalizado tanto la Homilía, como el mensaje del presidente de turno, empañando el carácter sagrado de la celebración", dice la misiva.
De acuerdo con Glen Gómez, vocero de la Conferencia Episcopal, con la decisión se emulan los protocolos de El Vaticano, donde se permite a los jefes de Estado asistir a las misas pero nunca se les cede la palabra durante esos espacios.
"Vamos a vivir una celebración litúrgica y el único momento es la homilía. El obispo al que le corresponda dar la homilía es el que se va a dirigir al pueblo. No es que el presidente no pueda hablar; el presidente puede hablar en otros momentos, pero dentro de la eucaristía estamos viviendo la eucaristía como debe de ser", explicó Arias al concluir la conferencia.
Solís se refirió al acuerdo de los obispos el 14 de julio, cuando enfatizó que la restricción no es específica para él y que la considera una decisión respetable.
"Las relaciones con la Iglesia son cordiales, cercanas y fraternas y por lo tanto no hay nada", expresó el mandatario.
El presidente confirmó que asistirá a la eucaristía, la cual se realizará a las 9 a. m. en el templete de la basílica.
Arias insistió en que no se rompe ninguna tradición, pues la participación de los gobernantes en la misa es de años recientes. Incluso, ejemplificó, que en el gobierno anterior, de Laura Chinchilla, ella se reunía con los medios después del acto litúrgico.
"La idea es vivir la celebración eucarística sin otros tipos de mensajes que no van en el sentido litúrgico", enfatizó.
Arias no ahondó en las razones por las cuales la decisión se tomó este año.
El anuncio se dio durante la conferencia que ofreció la comisión que organiza la conmemoración de la aparición de la Virgen de los Ángeles. En la actividad participaron autoridades de transporte y seguridad.
La actividad del 2017 coincide con la llegada del nuevo obispo cartaginés Mario Enrique Quirós.
El último mensaje
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Durante la celebración de agosto de 2016, el presidente Luis Guillermo Solís hizo un llamado a los costarricenses para dar recibimiento a los migrantes extracontinentales que, en aquel momento, permanecían concentrados en el cantón de La Cruz, Guanacaste, en la frontera con Nicaragua.
Aquel discurso del mandatario se dio frente a las autoridades de la Iglesia católica, los ministros de Estado y autoridades de los poderes Judicial y Legislativo.
"Quiero tener una palabra especial hacia los migrantes (...) El número crece y el número no se reduce (...). El clamor por los migrantes, personas que están tan lejos de sus hogares pero tan cerca del corazón de Dios", dijo el gobernante.
"Pido a la Negrita que bendiga al pueblo de Costa Rica (...) que nos ayude a entender que la grandeza de una nación no está en la riqueza de un pueblo, sino en el amor que se esconde en sus entrañas", añadió.
Buses, tren y atención
Para la romería de este año, según se informó, el servicio de buses contará con 404 unidades para trasladar a los feligreses que lleguen el 1.° de agosto. A partir de las 2 p. m. la parada se trasladará 300 metros al sur de la Basílica.
El cuerpo de Bomberos tendrá 55 funcionarios, 14 unidades extintoras, un camión tanquero y otro cisterna. En caso de ser necesario, darían apoyo las estaciones de Pacayas, Tres Ríos y Juan Viñas.
La Fuerza Pública dispondrá de 1.100 efectivos, 12 de la policía montada, 42 radiopatrullas, 30 motorizados, 9 busetas, un bus policial, 6 unidades móviles y un helicóptero, para garantizar la seguridad de los caminantes y evitar asaltos, carterazos, riñas o consumo de drogas, por ejemplo.
Por su parte, la Policía de Tránsito dispondrá de 15 oficiales durante el día, tres nocturnos y cuatro de guardia.
Desde el lunes, entre tanto, la Cruz Roja dio a conocer que tendrá 2.100 funcionarios y 330 vehículos en el operativo. Estos recursos se utilizarán en los puestos de aproximación en Alajuela, San José y Cartago; así como seis puestos de asistencia en La Galera, Tres Ríos, la cuesta del Fierro, Ochomogo, Taras y la basílica de los Ángeles.
Además, a partir del 23 de julio, cuando da inicio la novena a Nuestra Señora de los Ángeles, habrá un grupo de 400 guías, en horarios alternados, quienes atenderán a los peregrinos.
Durante estos días, la iglesia permanece abierta en horario normal: de 5 a. m. a 7 p. m.
A partir del 23 y hasta el 31 de julio, el horario se extenderá hasta las 10 p. m.
El 1.° de agosto, como es tradición, permanecerá abierta durante toda la madrugada para recibir a la multitud.
El 2 de agosto, las puertas se cierran a las 9 p. m.