La Municipalidad de Oreamuno planta jardines, instala “hoteles” y coloca rótulos en sus vías públicas para darle la bienvenida a un nuevo tipo de habitante a la comunidad.
Con estas iniciativas, el cantón cartaginés procura convertirse en un espacio idóneo para la preservación de las abejas.
Durante la primera semana de febrero, el Concejo Municipal aprobó la declaratoria de Oreamuno como cantón amigo de este tipo de insectos.
Según Pablo Gómez Zeledón, biólogo municipal, este pronunciamiento le permitirá al Gobierno Local redoblar los esfuerzos que anteriormente había puesto en marcha.
El proyecto se inició en noviembre con la siembra de jardines diseñados especialmente para las abejas. En el parque central de San Rafael y en la planta de tratamiento de Blanquillo se plantaron especies que atraen a estos insectos y les ayudan a realizar sus labores de polinización.
Entre las especies sembradas hay caña agria, chanchillo, lantana, platanilla, rabo de zorro, san miguel y viborana. Gómez explicó que estas plantas producen flores durante todo el año y son fuente primaria de recursos para la producción de miel.
Estas variedades, según Gómez, también atraen a otros animales polinizadores, como colibríes, escarabajos, mariquitas y demás especies con funciones esenciales en la naturaleza, como las mariposas.
De acuerdo con el biólogo, a partir de la declaratoria ahora se plantarán jardines también en los distritos de Cipreses, Cot, Potrero Cerrado y Santa Rosa.
El siguiente paso para la Municipalidad será la instalación de hoteles para abejas en espacios públicos.
Gómez dijo que las estructuras se fabrican con madera o bambú y sirven como refugio, para que estos animales puedan depositar sus huevos a salvo de los depredadores.
“Costa Rica tiene alrededor de 600 especies de abejas y el 90% son solitarias; esto quiere decir que no viven en colmenas, como las que normalmente vemos en árboles o en los techos de las casas. La mayoría no producen miel, son insectos polinizadores muy importantes para la agricultura y el sector de la alimentación”, explicó Gómez.
El especialista afirmó que estos hoteles se acompañarán de rótulos, cuyo objetivo será educar a la población del cantón sobre la importancia de las abejas.
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La función polinizadora de estos animales es considerada como uno de los procesos más importantes de la naturaleza, pues contribuyen a la biodiversidad y a la supervivencia humana y animal.
Según el Libro Rojo de Especies Amenazadas, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el 90% de las abejas en el mundo han desaparecido por el uso indiscriminado de pesticidas y por la deforestación.
Gómez dijo que por ese motivo la Municipalidad también planea pedirle ayuda al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con cursos que les permitan aprender a los agricultores del cantón sobre mejores formas de utilizar los agroquímicos.
La idea, explicó, es que los agricultores se eduquen sobre la manera ideal de aplicar estos productos, las cantidades necesarias y las fórmulas menos dañinas para el ambiente.
Gómez afirmó que la protección de las abejas también beneficia a la actividad agrícola, debido a que estos insectos ayudan en la polinización de múltiples vegetales que se cultivan en el cantón, como el chayote, el zapallo, el zucchini y la papa.
En noviembre del 2020, los diputados aprobaron una ley que obliga al Estado a proteger a las abejas y declara la apicultura como una actividad de interés público, con el fin de proteger la sostenibilidad en la producción agrícola.