El cantón de Cartago fue una de las comunidades donde se repartió el Gordo navideño, distribuido en seis provincias. Alejandro Vega Alvarado fue uno de los resposables de llevar la suerte a la Viejta Metrópoli, donde vendió cuatro pedacitos, mientras que su papá, que siempre le ayuda en esta época, colocó otros cuatro pero en Oreamuno. De esta forma, padre e hijo distribuyeron ¢320 millones, pues por cada fracción se pagan ¢40 millones.
Este lunes, Vega llegó tranquilo con la fe seguir repartiendo fortuna ahí en el Mercado Municipal, donde había una gran agitación por la gran cantidad de jugadores cambiando premios, sobre todo terminaciones del 19, número del mayor de este año, con la serie 613.
“La navideña la saqué la primera semana de octubre y entre ellos venía la 613 con el 19 de la I Emisión. Es una emoción la que siento saber que tuve el premio mayor en mis manos y que le di la suerte a una o varias personas y es la primera vez que vendo el mayor en lo que tengo de vender lotería
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“Lo que no recuerdo es si lo vendí en varios pedacitos o una persona se llevó los cuatro, pero sí fue en octubre y en los alrededores de la Corte”, contó Vega, de 29 años.
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Otros chanceros se le acercaron a Vega este lunes para felicitarlo por llevar fortuna, mientras que algunos clientes llegaron a buscarla, pues comenzó la venta del primer sorteo de consolación que será el domingo 26 de diciembre.
Él ya acumula ocho años en este oficio y desde hace dos tiene su cuota por estar afiliado a la cooperativa, ubicada cerca de la Junta de Protección Social, en San José. Su punto de venta es en el mercado cartaginés, aunque los martes y viernes está en las cercanías de los Tribunales de Justicia de esa ciudad.
“Mi papá, Francisco Vega Solano vendió los otros 4 en Oreamuno, pero tampoco recuerda a quién ni el punto exacto, porque él camina por Oreamuno hasta el restaurante Mi Tierra, carretera a La Chinchilla. Tampoco recuerda si los vendió solos o juntos, es que como fueron los primeros que saqué y los vendimos a precio se fueron muy rápido...
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“Ojalá quienes hayan ganado sepan distribuir bien el dinero, especialmente en estos tiempos de pandemia, solo les deseo muchas felicidades...”, expresó.
Alejandro Vega vendió 30 enteros y dice que ese número 19, así como el 21 y 22 eran los más buscados. Aunque estaba viendo el sorteo en casa de su nov
ia, no había captado que era la misma serie y número que tuvo en sus manos.
“Una clienta me puso un mensaje por WhatsApp para decirme que yo había vendido el mayor porque a ella le vendí unos pedacitos con la misma serie, pero diferente número. No podía creerlo porque no recordaba por ser de los primeros que vendí y revisé los recibos... Me puse todo nervioso y llamé a mi mamá y mi familia y se pusieron todos contentos, le conté a unos compañeros también y se regó la bola... me preguntan si es verdad y que si quien ganó me va a dar algo, pero ni recuerdo quién fue. Claro, si se acuerdan de mí,bienvenido sea y si no, que me siga comprando... Yo llamé a mi papá para contarle que habíamos vendido el mayor, pero tampoco podía creerlo”.
Vega terminó de vender lotería del Gordo el domingo a las 2 p. m. y este lunes inició la venta del de Consolación. Según dice, espera que salga el 10 porque ese es el que juega.