El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) acordó disminuir los subsidios que reciben las familias que acogen a niños y adolescentes en condiciones vulnerables, entre un 17% y un 21%.
De acuerdo con la Mesa de Trabajo por una Agenda Social para los Cuidados de las Niñas, los Niños y las Personas Adolescentes en Costa Rica, la decisión fue comunicada a finales del año pasado mediante la circular PANI-DPRO-CIR-030-2023, en la que se informó de que el subsidio mensual de la modalidad de Acogimiento Familiar con Subvención (AFCS) disminuirá este año de ¢132.000 a ¢109.000 para personas sin condiciones de salud especiales, mientras que el monto para menores con discapacidad pasará de ¢158.000 mensuales a ¢123.000.
La agrupación indicó que los recortes también implican que no se abrirán nuevos cupos este año, lo cual aumentará la lista de espera de niños y adolescentes que requieren estar bajo el cuido de una familia, en lugar de una alternativa institucional.
Pablo Chaverri, investigador del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA) de la Universidad Nacional (UNA), explicó que la medida tiene un gran impacto porque afecta a los menores más vulnerables, ya que se trata de niños y adolescentes que fueron removidos de sus hogares por estar en una condición de riesgo y son instalados en una alternativa que, generalmente, corresponde a otros familiares que en muchos casos también se encuentran en condiciones sociales y económicas complicadas.
Además, destacó la importancia de este programa, pues existen muchos estudios que demuestran que los albergues no son un lugar apto para el desarrollo de los niños.
“Hay evidencia que ha demostrado que los chicos que se mantienen institucionalizados a largo plazo muestran un nivel de desarrollo menor, esto compromete su desarrollo en una etapa crítica, pero cuando estos chicos son retirados de una institución de este tipo y son acogidos sus niveles de activación se recuperan”, explicó.
El especialista añadió que los subsidios cumplen un rol fundamental, pues la vulnerabilidad social, viene acompañada de vulnerabilidad económica, por lo que al reducir los montos se elevan los riesgos en los entornos en donde se mantienen los niños
“Estos recortes no son acciones coyunturales, muestran un claro patrón, que se viene dando desde que entró este gobierno que es recortar la inversión social. Casi 4 de cada 10 niños están creciendo en pobreza y una persona en pobreza no puede desarrollarse bien”, agregó.
De acuerdo con los últimos datos del PANI, el Programa de Acogimiento Familiar atiende a una población de 4.651 personas menores de edad, de los cuales 4.510 reciben un subsidio ordinario y 141 una ayuda especial para personas con discapacidad.
Además, la transferencia que hace el Patronato para estos subsidios representa ¢34.000 millones anuales, un 38% del presupuesto institucional.
“Si no hay cupos disponibles, las oficinas del PANI (que gestionan una alternativa de protección cuando se han vulnerado los derechos de una niña, niño o adolescente) seguirán refiriendo a albergues institucionales o a organizaciones de cuido residencial (donde también existen listas de espera), las cuales, pese a sus esfuerzos, no pueden sustituir la atención y cuidados brindados en un entorno familiar. Aunado a esto, si un cupo queda libre y no se llena rápidamente, se cerrará del todo y ya no podrá ser usado”, añade el pronunciamiento.
En un comunicado enviado la tarde de este miércoles, el Patronato confirmó la disminución en el subsidio, así como la cifra de ¢34.000 millones presupuestada para este año, la cual según detallaron, incluye organizaciones no gubernamentales, centros infantiles de atención integral y hogares de acogimiento familia.
Añadieron que la rebaja en los montos asignados a los diversos programas busca garantizar la continuidad de todos los servicios con base en los recursos presupuestarios asignados por el Ministerio de Hacienda.
La jerarca de esa entidad, Kennly Garza, aseguró que se están desarrollando “todas las gestiones administrativas y financieras” que se requieren para resolver la disminución en los subsidios a los hogares de acogida.
Derechos del niño
La Mesa de Trabajo, conformada entre otras instituciones, por Paniamor, el Colegio de Profesionales en Psicología, la Universidad Nacional, la Universidad de Costa Rica y Aldeas Infantiles, añadió que reducir el monto de las transferencias y limitar los cupos, afecta directamente la posibilidad de los menores de edad de disfrutar de un entorno que les permita crecer con experiencias positivas, construir o reconstruir relaciones familiares y aprender diversas habilidades y tareas dentro de un hogar y además limita la inclusión comunal y social.
Agregaron que las decisiones tomadas por la Junta Directiva del PANI, contradicen las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas al Estado costarricense, en cuanto a que se deben proveer los recursos humanos, técnicos y financieros que promuevan la desinstitucionalización y la inclusión de las personas menores de edad en entornos familiares.