La ciudad de San José reabre dos de sus parques más emblemáticos desde este 1.º de enero, al cabo de casi dos años cerrados por la pandemia: el parque Central de San José y el parque Braulio Carrillo Colina (más conocido como de la Merced).
Ambas reaperturas al público suponen una recuperación simbólica de la vida para quienes transitan el casco urbano al ser puntos de reunión históricos en esta ciudad y que cerraron desde el 19 de marzo del 2020 (acumulan 21 meses sin público).
Marcelo Solano Ortiz, director de la Policía Municipal de San José, confirmó que estos dos parques son los últimos de casi 500 en la ciudad capital que tuvieron cierres de sus perímetros.
“Al cabo de casi dos años, el mensaje a la ciudadanía es que la responsabilidad es individual y no institucional. Recuperar estos espacios como tenemos previsto depende ahora de cada persona al acatar cuidados sanitarios. Tener de regreso estos dos parques representa una nueva normalidad en la cual las personas son quienes más pesan según lo responsables que sean”, explicó.
Enfatizó que seguirán en un monitoreo constante del ritmo de la pandemia desde la mesa de salud del Comité de Emergencias de la Municipalidad de San José que, dijo, periódicamente recibe datos y los revisa para decidir cierres o aperturas de espacios públicos.
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“Esto seguirá así incluso en este periodo cuando enfrentamos una variante de preocupación como ómicron. Si mañana, por alguna razón técnica y con respaldo científico, procede el cierre de áreas públicas o solo algunas, lo haremos siempre y cuando exista dicho respaldo. Hemos tenido variantes antes pero mantener los parques cerrados no impedirá que luego aparezcan más variantes”, indicó.
Solano mencionó que ambos parques simbolizan momentos históricos críticos tanto de cierre como de apertura en el contexto de la pandemia. No obstante, otros aspectos influyeron en que se dejaran de último para volver a recibir personas.
En el caso del parque Braulio Carrillo Colina (la Merced) se aprovechó el tiempo sin personas para erradicar una plaga de roedores que surgió allí por los residuos de comida dejados por sus visitantes.
También se extendió su cierre debido a razones logísticas, porque sirvió como punto estratégico para vacunaciones masivas en meses anteriores y era preferible evitar aglomeraciones entre personas en fila para vacunarse y otros ajenos a esa inoculación. Cuando las vacunaciones masivas cesaron, indicó Solano, empezó pensarse en una apertura.
En cuanto al parque Central, por ser tan visitado al servir como punto de encuentro, se dejó para el final por razones sanitarias para un momento más adecuado según lo dictara la pandemia.