Cartago esperaba la llegada de 50 argentinos peregrinos, que se unirían a la celebración previa de la Jornada Mundial de la Juventud 2019, que arranca la próxima semana en Panamá.
Pero solo cinco pudieron venir a Costa Rica a contar su historia.
“A muchos amigos nuestros los estafó la agencia de viajes con $2.800 (cada uno). Muchos amigos perdieron el viaje de estudios, muchos matrimonios que perdieron la luna de miel”, relató Pablo Brizuela, oriundo de la provincia de San Juan, al igual que sus acompañantes.
“Ya todos habían pagado y de la nada quebró la empresa y se llevó toda la plata”, añadió Elías Molina.
Los únicos que llegaron al país se salvaron de la estafa porque decidieron organizar el viaje por su propia cuenta, debido al alto precio de pagar una agencia.
Sumado a esto, la devaluación del peso argentino en los últimos meses les volvió más caro el paseo.
Pese a todo, para los peregrinos valió la pena el sacrificio económico de viajar hasta Costa Rica, donde conviven con otros católicos del mundo en la actividad Días en las Diócesis, una prejornada previa al encuentro masivo en Panamá.
“Se siente una fraternidad, nos une una misma cosa que es nuestra fe. Estamos muy felices acá, la gente es increíble. Llevamos pocos días pero parece que estuviéramos desde hace mucho”, comentó Molina.
El plan original del grupo era ir a la prejornada en Nicaragua, pero esta debió ser cancelada por la crisis social que atraviesa el país.
26 horas de viaje y un reencuentro
En tanto, cerca de 26 horas le tomó a la delegación de 30 polacos para llegar desde Polonia hasta Costa Rica, y 16 horas más en bus harán falta para que se reencuentren con los amigos panameños que conocieron hace tres años en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, ciudad polaca donde fue obispo Karol Wojtyla, antes de convertirse en Juan Pablo II.
“Cuando la Jornada fue en Cracovia albergamos a un grupo de Panamá, ahora vamos a visitar a nuestros amigos, es una experiencia increíble”, dijo la peregrina Patrycja Donath, quien se hospedó en la Parroquia de San Miguel Arcángel, en Santo Domingo de Heredia.
Donath afirmó que la oportunidad de conocer un nuevo país los motivó pasar por Costa Rica antes de llegar a Panamá.
“Todos aquí son tan amables, quieren hablar sobre nosotros pero también sobre la cultura costarricense, sus tradiciones”, contó Donath.
En el intercambio cultural también han participado jóvenes católicos de México, Guatemala, Puerto Rico, Paraguay, a los que se les van a unir este jueves peregrinos brasileños, coreanos y salvadoreños.
Los cartagineses aprovecharon la celebración para mostrar la cultura local a los visitantes.
Por ejemplo, en Cot de Oreamuno, donde se hospedan los puertorriqueños, se realizó la procesión de las cintas, que solo el miércoles Santo se escenifica en ese poblado.
La Parroquia de Paraíso, por su parte, recibió a los suecos este martes con mascaradas y música típica.
Además, las delegaciones de México, Puerto Rico y Paraguay tendrán un almuerzo este sábado en la Municipalidad de Cartago.
“Nos dan de comer como no tienen idea. Pinto, casado, frijolitos negros, un café riquísimo, arroz con leche”, declaró Marlene Castellanos, integrante de un grupo de Guadalajara, México.
La mexicana comentó que para ella el viaje ha sido un reto personal y espiritual.
“Salir de mi país, dejar a mi familia, dejar mi escuela, fue un reto para sentir que realmente podía lograrlo, pero también para tener una reconciliación con Dios”.
Castellanos se irá a Panamá este domingo, junto a los otros 5.500 extranjeros que, según cálculos de las autoridades, se quedaron esta semana en el país para los Días en las Diócesis, actividad que consiste en misas, catequesis y convivios desde este martes hasta el domingo.
Con ellos también partirán 15.000 ticos a la Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá, que contará con la participación del papa Francisco, la primera vez que un Sumo Pontífice visita Centroamérica desde Juan Pablo II, en 1983.