“Yo soy periodista; trabajaba en el canal 9 y cuando el canal cerró me quedé sin empleo y decidí hacer lo que sea para sobrevivir y empecé a trabajar en un restaurante de comidas rápidas; el salario ahí no es un salario para poder sobrevivir porque tengo deudas.
”Entonces, una amiga me comentó de Uber y fui a hacer la inducción y empecé el 24 de diciembre en esta aventura y, pues, lo hice por eso, porque necesito ganar dinero para vivir bien y para seguir adelante.
”Yo tengo el pensamiento de trabajar solo tres horas por día porque salgo en horario nocturno de 10 p. m. en adelante; trabajo de noche porque me parece que hay pocos carros de Uber haciéndolo y, por eso, siento que así tengo mayor probabilidad de pegar viajes bonitos.
”En mis primeras tres semanas, con una inversión de ¢100.000 en combustible, mi ganancia fue de ¢200.000 y eso que no trabajé todos los días.
”Considero que no estoy haciendo nada ilegal; estoy trabajando y estoy tratando de hacerlo de la mejor manera (...). Realmente no sé si me da miedo que me pare un tráfico porque yo estoy trabajando; si llego a tener una consecuencia, dejaría de hacerlo”.