Rafael Chavarría, conocido como Gato, tiene la virtud de bucear hasta tres minutos abastecido solo por el oxígeno que guarda en sus pulmones y el Miércoles Santo hizo una de las mejores faenas de pesca de su vida.
A eso de las 3:30 p. m. se sumergió en las aguas al frente de playa Agujas, cerca de Punta Leona, en el Pacífico central y atrapó un pez mero de 180 kilos.
Chavarría tuvo que sumergirse tres veces para ubicar bien al mero y dispararle con su arbaleta en la cabeza.
Con 20 años de bucear "a pulmón" sabía que tenía que impactar en la cabeza al ejemplar y así fue.
El es vecino de Cañas, Guanacaste. Ese día llegó a pescar con unos amigos de San José de Upala y con su hija Génesis, de 21 años, quien desde los 9 años bucea y también resiste mucho tiempo bajo el agua.
El mero capturado el Miércoles Santo estaba en un arrecife artificial formado por un barco hundido en esa zona, que sirve de guarida a muchos peces. Está a unos 30 metros de profundidad y en uno de los compartimentos, estaba el pez.
"Era como un ternero. Si el impacto fallaba lo perdía. Yo tenía una boya amarrada a la cuerda de la varilla que lo atravesó y lo pudimos sacar a flote. He sacado muchos de 70 y 90 kilos, pero este es el segundo de peso extraordinario", dijo Chavarría.
Con su presa volvió a Cañas y en cuestión de pocas horas vendió la carne fileteada que pudo extraer del pescado a ¢7.000 el kilo.
Este fin de semana volvera al mar, de cuyos frutos ha vivido la mayoría de sus 52 años.