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El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), encargado de la obra, empezó ayer a llenar el embalse que nutrirá a la central.
El momento lo presenciaron el presidente ejecutivo de la institución, Eduardo Doryan, y otros miembros de la junta directiva, así como el gerente de Electricidad, Gravin Mayorga.
La operación de llenado se inició a las 11:35 a. m. cuando se cerraron las compuertas del túnel de desvío para permitir que las aguas del río Pirrís empezaran a acumularse al pie de la presa de 113 metros de altura, hasta hoy la más alta del país.
El agua cubrirá 114 hectáreas hasta convertirse, dentro de cinco meses, en una laguna con 30 millones de metros cúbicos de líquido.
Ya con el embalse lleno, en julio y agosto, el ICE someterá la planta a pruebas de funcionamiento.
Superada esa etapa, en setiembre, estaría lista para inyectar 134 megavatios (MW) adicionales al Sistema Eléctrico Nacional.
La energía que producirá Pirrís permitirá satisfacer las necesidades de unos 160.000 hogares.
Entretanto, la cresta de la presa, de 270 metros de longitud, se convertirá en un puente a dos carriles y un paso peatonal que unirá los cantones de León Cortés y Tarrazú.
Hasta hoy, ambos municipios, separados por el río Pirrís, solo pueden comunicarse mediante un pequeño puente para personas.
Ignacio Arguedas, ingeniero responsable de la construcción de la presa, explicó que una vez sellado el túnel de desvío con la compuerta, se construirá una especie de tapón de concreto a mitad del ducto. Esa estructura ayudará a soportar la presión del agua y evitar fugas por esa vía.
El túnel de desvío permitió canalizar las aguas del río Pirrís por otro cauce durante toda el proceso de construcción de la presa.
Álvaro Castillo, director del proyecto manifestó que el llenado del embalse marca la etapa final de la construcción de las obras.
Pirrís además cuenta con un túnel de 10,5 kilómetros de longitud a través del cual se trasegarán unos 18.000 litros de agua por segundo, desde el embalse hasta la casa de máquinas.
Parte de ese túnel se construyó a una profundidad de 1.200 metros.
“Estamos en un momento que llena de orgullo a los trabajadores de este proyecto. Han transcurridos años de esfuerzo, de obstáculos ya vencidos, y el punto que lleva hoy Pirrís demuestra nuestra capacidad de construir obras fundamentales para el desarrollo del país”, expresó el funcionario.
Sin embargo, esta planta también marcará un récord en cuanto a costos pues producirá la energía hidroeléctrica más cara del país.
La obra requirió una inversión total de $600 millones, más del doble de lo que costó Angostura ($270 millones), cuya capacidad instalada es de 177 megavatios.
El proyecto se encareció por diversos factores. Entre ellos, los retrasos en la aprobación del financiamiento, trámites burocráticos para el desembolso de recursos por parte de un financista (banco japonés) y los daños que causó la tormenta
El proyecto Pirrís llegó a emplear a más de 1.500 trabajadores, en su mayoría de la zona de los Santos, pero en la actualidad solo permanecen unos 650.
Conforme avanza la obra irá disminuyendo la planilla hasta quedar en unos 30, que serán los encargados de operar la planta.
