Por octava ocasión en la historia, el Gobierno intentará promover el uso de gasolina mezclada con etanol como medida para reducir las emisiones contaminantes.
Así lo confirmó, este lunes, Alejandro Muñoz, presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
La meta es ofrecer, a partir de finales de año, gasolina súper y regular con un 5% de etanol en su composición. La prueba se extenderá por varios meses.
Muñoz indicó que si la respuesta de los consumidores es positiva, la venta se regularizará y que podría ampliarse a un 10% el porcentaje de etanol en la mezcla.
"Ya tenemos a las puertas el uso del etanol. Antes de ponerlo en práctica, primero informaremos a la ciudadanía sobre qué implicaciones tendrá. Es un proyecto que el presidente Carlos Alvarado quiere que se implemente lo más rápido posible", comentó el jerarca.
Muñoz aseguró que agregar etanol mejoraría el octanaje de las gasolinas; lo cual podría disminuir hasta en un 20% las emisiones contaminantes de los vehículos.
Este compuesto químico podría ser importado o adquirirse internamente mediante concurso público internacional o local, de acuerdo con el alcance de la venta experimental.
El funcionario indicó que aún están por definirse las cantidades de etanol requeridas para el proyecto, su costo y el eventual impacto en el precio a los usuarios.
Campaña y riesgos
El etanol o alcohol carburante se añade a la gasolina en diferentes porcentajes, tanto para reducir el consumo de combustibles fósiles, como para bajar los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global de la Tierra.
No obstante, el presidente ejecutivo de Recope indicó que primero se realizará una campaña de divulgación sobre el cambio, así como sobre los eventuales efectos negativos que esta sustancia puede causar en los motores "en casos en que los dueños de vehículos no realizan un mantenimiento adecuado".
Cuando se adiciona etanol al combustible, el alcohol remueve partículas adheridas en las paredes del tanque de combustible que pueden obstruir los filtros e inyectores del carro, según ha informado Recope en años anteriores cuando ha vendido la mezcla.
Ese efecto "detergente" del etanol podría afectar el desempeño del motor porque provoca, entre otros, que este reciba menos combustible del requerido.
Derivado de lo anterior, se puede producir un "cabeceo" del vehículo al circular, pérdida de potencia y, en el peor de los casos, que el automotor se apague.
Estos efectos han generado, en el pasado, rechazo de los consumidores a la mezcla.
Octavo intento
La intención de Recope de vender gasolinas mezcladas con etanol surge luego de siete intentos fallidos.
En 1981, hubo en el país pruebas de etanol como combustible para vehículos de combustión interna. También se había intentado durante la crisis energética internacional del año 1973.
Luego, en 1981, Costa Rica intentó producir alcohol carburante. Fue hasta 1983 cuando por primera vez se utilizaron 545.000 galones de gasolina con adición de 20% de alcohol anhidro (etanol). Sin embargo, la iniciativa fracasó por falta de información entre consumidores y promotores de su uso.
En 1987, hubo otra iniciativa para añadir un 10% de etanol a la gasolina importada, pero la iniciativa se quedó en el papel.
Por otra parte, el Decreto Ejecutivo N.° 31087 MAG-MINAE, del 6 de mayo del 2003, ordenó iniciar con la mezcla de alcohol carburante en las gasolineras locales a partir del 1.° de enero del 2005.
Recope comenzó la venta en febrero de 2006 en comunidades aledañas a su plantel de Barranca, Puntarenas, como parte de un plan piloto que luego se extendió a Guanacaste.
Hacia marzo de ese año, la refinadora admitió que había una percepción negativa sobre el etanol, la cual atribuyó a la falta de información sobre las ventajas del cambio. En julio, una caída sostenida del 13% de gasolina en los sitios donde estaba el plan piloto frenó el proyecto.
En setiembre del 2006, el segundo gobierno de Óscar Arias emitió otro decreto ejecutivo para impulsar la venta de biocombustibles en Costa Rica.
Se suponía que, para el segundo semestre del 2008, toda la gasolina del país (regular y súper) iba a contener un 7% de etanol, según Recope. Luego de varias demoras, Recope descartó en el 2010 la iniciativa.
Finalmente, en abril del 2011, Recope prometió que para junio del 2012 las gasolinas se empezarían a mezclar con etanol. Para octubre del 2012, el proyecto había fracasado.