El costo de las gasolinas, el diésel y otros carburantes en Costa Rica retomó en setiembre una tendencia al alza al cabo de un semestre de disminuciones o cambios leves de tarifas, revela la evolución de precios de los hidrocarburos importados por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Según la revisión, el 8 de marzo anterior, el costo del litro de gasolina súper subió a ¢777; en el caso de la gasolina regular, a ¢756 y el diésel quedó en ¢717. Sin embargo, a partir del 24 de marzo, el gasto para los usuarios empezó a disminuir con el paso de los meses por ajustes extraordinarios de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) con base en datos de Recope.
La última de esas rebajas vino el 15 de agosto, cuando un litro de súper quedó en ¢721, uno de regular, en ¢692 y el de diésel, ¢590. A partir del 6 de setiembre, las tarifas empezaron a subir. Ese día, la súper agregó ¢66 a su costo; la regular, ¢52 y el diésel, ¢44.
Además, la Aresep propuso otra subida de ¢23 en la súper, ¢36 en la regular y ¢71 para el diésel para inicios de octubre con base en datos recientes aportados por Recope.
Sobre este aumento, el estudio tarifario ET-084-202 de la Intendencia de Energía de la Aresep lo atribuye a cambios en el mercado externo de combustibles, luego de anuncios recientes de Rusia y Arabia Saudita de que mantendrán recortes en la oferta de hidrocarburos internacionales. La medida presionó los precios al alza en el mundo.
Según información disponible, la demanda mundial se ha mantenido y, además, las economías de China y de Estados Unidos se han recuperado luego de la pandemia, lo cual provoca un aumento en el consumo de derivados del petróleo, explica el informe de la Intendencia.
En este contexto, esa evolución de los precios internacionales se refleja en un aumento en los costos que paga Recope por los producto. No obstante, la Intendencia recordó la responsabilidad de la Refinadora en la gestión de esas compras, en todas sus etapas.
“Razón por la cual el seguimiento de estas actividades adquiere especial interés a nivel regulatorio”, advirtió la Autoridad.
Situación en estaciones de servicio
Al tiempo que los precios van al alza, también se detecta un incremento en el consumo de carburantes para transporte público, particular y de mercaderías, como confirmó José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible.
“Algo que podría incidir, que no necesariamente es del gusto de la persona, son las congestiones viales en San José, Cartago y Alajuela, puntos álgidos de consumo por razón de transporte. Esto incide en el gasto. Quedarse en un atasco puede elevar hasta 30% ese consumo al mes”, señaló.
Los atascos en carretera, señaló el empresario, se derivados de obras viales en curso como ocurre en La Galera, Cipreses de Curridabat; la radial de Alajuela, y la construcción de los pasos a desnivel en Taras-La Lima, en las vías de acceso a Cartago, así como en Hatillo 4, sobre la carretera de Circunvalación.
Según Masís, el comportamiento de la demanda de este año volvió casi a los niveles prepandémicos, del 2019. Hasta ahora hay un 5% pendiente en la recuperación, el cual la Cámara atribuye a que un grupo de trabajadores se quedó en teletrabajo lo cual evita el uso regular de vehículos.
En el caso del consumo energético, en el 2020 bajó el consumo de hidrocarburos, pero en 2021 volvió a los niveles normales, indica el Informe Estado de la Nación 2022, del Programa Estado de la Nación.
De ese consumo, el mayor componente son los combustibles, con un 72,4% del total. Según el análisis, la composición del sector transporte favorece la adhesión a este tipo de energía contaminante, pues la mayor proporción del parque automotor es de combustión: 81,5% de gasolina y 18% de diésel al 2021.
Dicho parque automotor llegó a 1.788.800 unidades en 2021, de las cuales solo 0,5% corresponde a vehículos de tecnologías limpias. En el 2022, el Instituto Nacional de Seguros puso al cobro 1.744.707 marchamos.