El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) quedó sin jerarca este jueves, luego de que Patricia Vega Herrera presentara su renuncia.
Su principal motivo fue el agotamiento del “espacio político” para maniobrar en la institución. Así se lo hizo saber al presidente Carlos Alvarado, quien comunicó la aceptación de la salida.
La dimisión de Vega se da luego de que este miércoles muriera una niña de cuatro años, en Tuetal Sur de Alajuela, víctima de agresiones, según confirmó el Organismo de Investigación Judicial.
En conferencia de prensa, la ahora exjerarca lamentó el fallecimiento de la niña que, según dijo, no fue atendida oportunamente por el Patronato.
El caso complicaría aún más su gestión, que ya arrastraba críticas por otras tres muertes de menores en las que se cuestionó la labor de la entidad.
"Es una nueva desgracia que le ocurre a una niña en nuestro país. Lo más grave es que el PANI tuvo conocimiento de que esta menor estaba en riesgo, tuvo conocimiento y no actuó, no respondió para lo que está llamado a hacer. Ya no es posible tolerar este tipo de incompetencia. Cuando el Patronato se equivoca los niños indefensos pueden morir y esto es insostenible", afirmó Vega.
La abogada presentó la renuncia ante el presidente desde la tarde del miércoles.
El mandatario, por su parte, reconoció la labor gerencial de Vega pero también el escaso espacio político de la funcionaria, para quien algunos diputados habían pedido la destitución.
"A doña Patricia mi agradecimiento por el trabajo que desempeñó para el Gobierno; hay cosas que se sacaron adelante, todo el tema de digitalización de expedientes, dejamos atención 24/7, avanzamos con el fideicomiso, ya está constituido, así como otros procesos internos.
"Ella me ha hecho ver que su espacio político para maniobrar se ha visto agotado, también entiendo la situación tanto política, como por los hechos recientes", manifestó Alvarado.
Desde su llegada al Patronato, Vega fue crítica con la preparación académica y calidad del recurso humano de la institución. También canceló el financiamiento de algunos proyectos impulsados por organizaciones no gubernamentales, los que, según dijo a La Nación, se aprovechaban de los recursos públicos.
De acuerdo con la exjerarca, se estaba haciendo un análisis integral de la entidad para la posible intervención, pues tiene muchas debilidades que comprometen la atención de los menores.
“Si esto (la muerte de la niña) provoca indignación en la población, más me lo provoca a mí y en los funcionarios que sí están comprometidos, pero veo, día a día, la dificultad para hacer las cosas mejor”, señaló Vega.
De acuerdo con Alvarado, el PANI requiere de una transformación y seguirán en la misma ruta que marcó Vega. No obstante, aparte de la responsabilidad institucional para proteger a la niñez, recordó la responsabilidad de la sociedad.
La muerte
Durante la conferencia de prensa que dio Vega para anunciar su salida, explicó que sí hubo una alerta en el caso de la niña fallecida en Tuetal Sur de Alajuela.
“El reporte decía que había un tema de violencia intrafamiliar y que la niña estaba en riesgo. Era una alerta, no había mucho que interpretar. Esa es la frustración que uno siente, no la atendieron, no le vieron la gravedad al reporte, esa niña podría estar viva”, narró.
Luego de la muerte de la menor, el PANI acogió a sus hermanos de 6 y 11 años, mientras que la madre y el padrastro fueron detenidos como principales sospechosos del homicidio.
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El Patronato intervino ese hogar por agresiones al hermano mayor de la niña. La madre de apellido Mejía, de 34 años, asistió a la Academia de Crianza de la institución para quedarse con su hijo.
Sin embargo, en agosto, a la entidad llegó otra denuncia por maltratos a la niña ahora fallecida.
“El reporte de agosto del año pasado es claro en que había que actuar inmediatamente”, afirmó Vega.
La exfuncionaria responsabilizó a la directora regional de Alajuela de no darle la prioridad a la denuncia. Por ello, Vega tomó la decisión de no renovarle el contrato laboral.
La directora, cuya identidad no trascendió, salió de la oficina regional este mismo jueves.
Problemas conocidos
En noviembre, la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia de la Asamblea Legislativa, aprobó un informe para solicitarle al presidente de la República, la inmediata destitución de Vega y la intervención del Patronato.
En el informe se señaló a Vega de propiciar un mal clima laboral en la institución. Además los diputados responsabilizaron al Patronato de tres muertes de menores en situaciones similares.
El caso más claro también se presentó en la oficina regional de Alajuela.
En mayo pasado, un menor de cinco años falleció en Los Ángeles de Sabanilla de Alajuela, producto de una hemorragia intestinal, causada, presuntamente, por agresiones físicas.
El Patronato recibió una denuncia por maltrato, sin embargo, la trabajadora social a cargo no encontró la dirección de la casa.
A raíz de esos casos, los diputados convocaron a la exjerarca, su antecesora, trabajadores sociales, organizaciones no gubernamentales y otros actores, para conocer lo que sucede en la institución.
Esa institución falla en cada etapa de atención de denuncias sobre posible maltrato o situación de riesgo para niños. Esta afirmación la hizo en octubre la auditora interna de la institución, María Auxiliadora Chaves Campos, durante una de las comparecencias.
Según la funcionaria, hay problemas en cada paso del proceso de atención porque hay incapacidad de funcionarios “para tomar bien las direcciones” del sitio de la emergencia hasta porque falta “sentido de oportunidad por incumplimiento de los plazos fijados para actuar en situaciones de peligro inminente”.
Tales aseveraciones las hizo en presencia de la propia Vega también convocada a este foro.
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“En el PANI existe una debilidad en el seguimiento y consecución de los objetivos y eso se refleja en los casos y eso es lo que como Auditoría más nos preocupa”, advirtió la auditora.
Chaves explicó que la actividad primordial del PANI es la atención de esas denuncias urgentes al representar mayor riesgo porque es “cuando el menor está más cerca de una situación que hasta podría llevarlo a la muerte”.
Según ella, luego de un análisis de cómo se atienden estos casos, se hallaron toda clase de problemas en el proceso.
“Hay una seria debilidad en la calidad del servicio que brinda y la clave del servicio es la calidad y esa calidad está marcada en el PANI por su sentido de oportunidad; de llegar a tiempo y que la intervención sea adecuada. Cumplimos con el servicio, pero no en los niveles en que se debería, hay casos en que no”, admitió.