El presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Alejandro Muñoz, se quejó por el poco avance que ha tenido en la Asamblea Legislativa su propuesta para reorientar el rumbo de la institución.
“No queremos más Recope”, reprochó Muñoz este miércoles, mediante un comunicado de prensa en el que solicitó a la población abstenerse de “suponer cosas” acerca de Recope y de continuar alimentando prejuicios.
“Detractores de la empresa utilizan diferentes frases, epítetos e insultos para referirse a esta estratégica y valiosa empresa del Estado, sin considerar, que las empresas no son paredes sino personas”, lamentó el jerarca.
Y agrega: “También pululan las propuestas de cerrar Recope y entregar la infraestructura al mejor postor, postergando el cambio y apostando inútilmente que cualquier modelo de apertura del monopolio traerá consigo una importante rebaja en los precios, sin presentar estudio alguno que lo demuestre”.
Las declaraciones del jerarca surgen después de algunos sinsabores registrados en la historia reciente de la empresa.
En el 2018, Recope intentó cargar en las tarifas que pagan los consumidores de combustibles ¢88.572 millones por inversiones que no cumplían requisitos o no tenían avances, según determinó la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
En abril del 2019, el Gobierno suspendió de forma abrupta el plan de Muñoz para mezclar etanol en la gasolina súper apenas cinco días después de que el propio jerarca anunciara que la medida regiría a partir del mes siguiente.
Luego de meses de negociación a puerta cerrada con el Sindicato de Trabajadores Petroleros Químicos y Afines (Sitrapequia), Recope anunció en febrero anterior una nueva convención colectiva que tendrá un costo de ¢46.129 millones en los próximos tres años.
Además, el pasado mayo, dicha entidad confirmó su intención de construir un muelle flotante de $234 millones cerca de puerto Caldera, en Puntarenas, y así ampliar los inventarios de gas licuado de petróleo (GLP) o de cocina.
Sin embargo, su propio estudio de preinversión reconoce que aumentar el almacenamiento en Moín (Limón) cumpliría esa misma meta y le evitaría a los consumidores un impacto tarifario.
En su comunicado, Muñoz asegura que se apropió de la frase “No queremos más Recope” en un sentido positivo “para dar paso a la discusión necesaria que seriamente debe darse en el país sobre una nueva visión”.
Molestia con diputados
Según Muñoz, es hora de trascender la era de los hidrocarburos al quejarse del poco apoyo legislativo a un plan de ley que él propuso para dar ese salto.
“Desde agosto de 2018 se entregó al presidente de la República, un proyecto de ley, donde se plantea el cambio de Recope a la Empresa Costarricense de Combustibles y Energías Alternativas, Sociedad Anónima (Ecoena)”, afirma en el comunicado.
La iniciativa plantea hacerle ajustes estructurales y legales a la empresa estatal e incluye su labor en la agenda gubernamental de descarbonización de la economía, la cual procura reducir el consumo de combustibles fósiles.
El plan de ley ingresó en abril de 2019 a la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa, donde permanece.
“Allí ha avanzado muy poco, se actualizó el año anterior con la aprobación de un texto sustitutivo, que incluyera mejoras de conformidad con la nueva legislación atinente. Pero el proyecto aún no ha sido convocado a pesar de la importancia del tema”, fustigó.
Muñoz sostuvo que aunque el país ya optó por no refinar más, por prohibir la exploración y explotación de petróleo y por cuidar la naturaleza, cerrar la empresa no es una solución, sino que lo que procede es transformarla.
No obstante, desde abril del 2019, algunos diputados calificaron el proyecto presentado por el Gobierno como “un intento desesperado por salvar a la Refinadora” y llevarla al negocio de las energías alternativas.
“Financiar una institución que ya de por sí es ineficiente desde hace mucho tiempo para que intente hacer cosas que el sector privado puede hacer bien, me parece que no tiene sentido”, consideró Carlos Ricardo Benavides, entonces jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN).
En esa misma línea se pronunció Pedro Muñoz, diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
“Recope no se merece un voto de confianza. No se le debe dar alas al animal ponzoñoso. El proyecto busca salvarlo a cualquier costo, incluyendo apostándole recursos públicos a energías no probadas y caras”, sentenció.