El atrevimiento del arquitecto Agustín Mourelo al presentar un recurso de amparo contra el presidente, Óscar Arias, llevó a la Casa Presidencial a utilizar por primera vez en este cuatrienio la palabra “destituido”.
Mourelo recibió ayer la carta de despido en su despacho de la presidencia ejecutiva del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU), cuatro días después de que se negó a renunciar al cargo por considerar que actuó bien.
El ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, consideró todo lo contrario y ayer a la 1 p. m. hizo público el despido de Mourelo. “Actuó de manera indebida e incorrecta”, sostuvo.
Otras diferencias y cuestionamientos sobre jerarcas del Gobierno han sido resueltos con “renuncia”, sea voluntaria o por petición de Arias.
El Consejo de Gobierno acordó ayer, de inmediato, nombrar en el INVU a Alfredo Bolaños, un abogado vinculado a la institución desde hace 30 años, en funciones de asesor de la presidencia ejecutiva.
Bolaños aclaró, sin embargo, que no fue asesor de Mourelo y que, por tanto, no estaba enterado del recurso de amparo que el jerarca presentó ante la Sala Constitucional. Este alegato pretende obligar al Gobierno a girar ¢38.000 millones acumulados por pagos no hechos desde 1965.
Mourelo no alcanzó a permanecer tres meses en la entidad pues fue nombrado el 25 de junio pasado en lugar de Jorge Sánchez, quien dejó el cargo tras haber sido detenido cuando conducía en estado de ebriedad un vehículo del INVU.
¿Extraterrestre? El Consejo de Gobierno actuó ayer en consecuencia con la molestia que expresó el martes el presidente, Óscar Arias, quien criticó a Mourelo por exigir recursos para la entidad en tiempos de crisis. “Solo un extraterrestre no se da cuenta de que las finanzas públicas fueron golpeadas seriamente”, manifestó el mandatario.
El ministro Rodrigo Arias agregó ayer que era “ilógica” la gestión de Mourelo, porque implica “desconocer la realidad fiscal del país”.
Rodrigo Arias criticó con fuerza “la forma” de actuar de Mourelo y lamentó que el entonces presidente ejecutivo no haya, siquiera, comunicado su gestión a la Presidencia. Poco después de hablar sobre el tema del INVU con Óscar Arias “pasó a dejar una copia del recurso de amparo a un guarda de la Casa Presidencial”, criticó el Ministro.
El recurso de amparo, que no ha sido admitido aún por los magistrados de la Sala IV, recibió el apoyo del resto de la junta directiva del INVU, pero el Consejo de Gobierno decidió no destituir a ninguno de sus miembros, salvo Mourelo.
Rodrigo Arias argumentó que el presidente de una institución es una “figura emblemática”, por lo cual su destitución se consideró como suficiente.
Alfredo Bolaños dijo que intentará trabajar con la actual directiva bajo la consigna de que la institución “no puede estar viviendo de su historia”, en relación con la deuda acumulada en más de 40 años.
Bolaños, cuarto presidente del INVU en el actual Gobierno, y Rodrigo Arias sí admitieron que la entidad atraviesa una situación extrema por la falta de dinero, al punto de que carece de los fondos para pagar salarios.
Rodrigo Arias dijo que analizan opciones, como la transferencia de partidas desde otras entidades públicas que tienen superávit, como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
El Gobierno de Arias asegura que trabaja en un plan para reestructurar el INVU, institución que no debe cerrarse pues es “clave” para el ordenamiento urbano, según el ministro de Competitividad, Jorge Woodbridge.