Cuando se viaja en avión, el pasajero dispone de ciertas libertades para llevar pertenencias las cuales puede distribuir en tres formas, según las pautas de la industria de los vuelos comerciales: el equipaje de mano, el equipaje facturado o el accesorio personal (un bolso o salveque).
El equipaje de mano y el accesorio viajan con el pasajero en la cabina, mientras el equipaje facturado se deposita en las bodegas internas de la aeronave.
Uno de los errores más costosos para nunca cometer consiste en poner ciertas posesiones en el equipaje facturado y no reportarlas a la aerolínea, explicó Fernando Naranjo Elizondo, jerarca de la Dirección General de Aviación Civil.
“El concepto de equipaje para una aerolínea está bien detallado en el contrato comercial, que es el tiquete del vuelo. Ese documento tiene un peso legal clave porque autoriza a la línea aérea a ser responsable únicamente por un monto específico si algo le pasa a su equipaje”, explicó.
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Ese monto, según la aerolínea y ruta, suele ser entre $300 y $1.500 por pasajero afectado si el equipaje llega a perderse y es para cubrir aquello que esta industria denomina equipaje: ropa, zapatos, cosméticos y otros objetos de uso personal.
Si el equipaje se extravía, la aerolínea es responsable legalmente de cubrir un monto de referencia, pero no la pérdida de objetos valiosos como joyas, instrumentos de trabajo o documentos legales (certificados, escrituras, depósitos a plazo) si estos iban en la maleta perdida y no fueron declarados.
“Por eso hay que declarar cualquier otro objeto en el equipaje facturado ante la aerolínea, para prevenir”, aconsejó Naranjo Elizondo.
Lo mejor, dijo, es llevar este tipo de artículos en el equipaje de mano o accesorio personal o bien informar a la aerolínea, en cuyo caso, se suscribe una declaración de valor del equipaje: un seguro especial que se le contrata a la aerolínea en caso de pérdida del equipaje.
Nunca en el aeropuerto
Otro error común se vincula a los cargos por exceso de peso en el equipaje o piezas adicionales que no incluye el tiquete.
El funcionario advirtió de que un error frecuente entre viajeros es subestimar qué tipo de viaje realizan. Para él, hay que comprar la opción del equipaje en función de si el viaje es vacacional, de negocios, para hacer compras o una mezcla de las anteriores.
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“Cuando uno compra un tiquete en línea, usted ve distintos tipos de tarifa para el equipaje facturado y de mano. Esos montos suelen ser más económicos al momento de adquirir el boleto que en la terminal”, explicó.
En efecto, los cargos por peso que superan el límite en una maleta (el máximo suele ser 23 kilogramos) o piezas de equipaje adicional es siempre más barato en línea, al comprar el boleto. Sin duda, es preferible contratar ese adicional con anticipación, para evitar costos operativos no previstos cuando se paga en el aeropuerto.
“Es normal ver a personas pasar cosas de una maleta a otra ahí en la propia terminal, cuando se enteran ahí del sobreprecio y según cuál sea la aerolínea y hacia dónde van”, comentó.
Una buena costumbre para evitar la congoja es llevar en sus viajes una pesa de mano para equipaje que le permita hacer una mejor distribución del peso permitido para el equipaje de mano (límite suele oscilar entre 8 y 12 kilogramos), lo que puede llevar en su accesorio personal y los 23 kilogramos de la maleta que va en la bodega de la aeronave; aconsejó el funcionario.