El presidente Carlos Alvarado ironizó este jueves sobre los planes que se han ventilado sobre el futuro de Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope). Para él, no importa cuál sea el camino que se tome, “venderlo”, “cerrarlo” o “regalarlo”, ninguno mitigará el creciente costo de los combustibles en Costa Rica.
Su argumento de fondo es que el país es un importador de derivados del petróleo, cuyo costo varía según el precio de estos productos en mercados internacionales. Así lo expuso a la prensa después de concluido el acto inaugural del curso lectivo 2022, realizado en la Escuela Neftalí Villalobos, en San Pablo de Heredia.
“Yo en campaña nunca prometí nada con los precios de los combustibles casualmente por cómo se fijan los precios en materia de combustibles. Creo que es importante que lo repasemos: el principal factor que determina los precios de los combustibles en Costa Rica es el precio internacional, no es el Gobierno. Nosotros no producimos combustibles fósiles”, manifestó Alvarado.
También se refirió a la recaudación del impuesto único al combustible que representa 36% del cargo que pagan los usuarios de gasolina y 23% en el caso del diésel. El mandatario recordó que un componente del impuesto se destina a financiar reparaciones viales y otro al pago de servicios ambientales. Incluso, minimizó el peso de la operación al Refinadora en ese tributo, al afirmar que solo se traslada el 7% para costear los gastos de la empresa.
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“Es un tema en el cual hay que hablar con mucha claridad: nosotros no ponemos el precio, a nosotros nos lo imponen. Si hay una crisis como ahora entre Rusia y Ucrania, eso afecta el precio internacional. Se puede cerrar Recope, venderlo, regalarlo que el precio lo fija el mercado externo”, recalcó el mandatario.
Costo operativo
Carlos Alvarado aseguró además que el gasto operativo de Recope se ha reducido “consistentemente en los últimos años por las renegociaciones de las convenciones colectivas”. Esto, sin embargo, ha sido por el efecto de resoluciones de la Sala Constitucional y de la reforma fiscal que han reducido privilegios y beneficios.
En febrero del 2021, Recope confirmó que ese acuerdo laboral quedó en ¢46.129 millones, costo correspondiente al periodo 2021-2024. Significa un gasto anual de ¢15.376 millones que costean los usuarios con las tarifas que pagan por los hidrocarburos.
El monto se redujo luego de aplicarse un recorte de ¢23.525 millones derivado específicamente de fallos constitucionales que eliminaron varios pluses pagados al personal y también por las restricciones impuestas por la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. La anterior convención colectiva le costó a los consumidores ¢69.654 millones entre el 2016 y 2019 en beneficios distribuidos entre unos 1.700 empleados de la Refinadora.
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