Un mes después de concluida la emergencia por contaminación del agua con hidrocarburo, que afectó a pobladores de Moravia, Tibás y Goicoechea, los abonados de esos cantones desconocen cuánto tendrán que pagar por el servicio, pues los recibos correspondientes a los días de la crisis aún no están disponibles. Tampoco hay una fecha clara de cuándo lo estarán.
Tras confirmarse la presencia de xilenos en una de las fuentes que abastece la planta que brinda el servicio a estas comunidades, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) ordenó al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) suspender de inmediato el cobro en las áreas afectadas.
La resolución RE-0004-IA-2024 de la Aresep estableció que la suspensión del cobro inicialmente sería por nueve días, pero podría prolongarse hasta que se normalizara la prestación del suministro, se cumplieran las condiciones de calidad y se garantizara el consumo seguro para los usuarios.
El problema es que hasta la fecha no hay claridad sobre si realmente el servicio se normalizó, debido a que luego de que se determinara cuál era el contaminante se iniciaron racionamientos que no han cesado hasta la fecha.
Este medio realizó al AyA las siguientes consultas respecto al proceso:
- ¿Por qué no han sido puestos al cobro los recibos correspondientes al mes de febrero en los cantones que sufrieron la afectación por la contaminación de una de las fuentes de agua?
- ¿Hasta cuándo se mantuvo la medida cautelar de la Aresep que ordenaba suspender el cobro?
- ¿Qué tipo de cálculos o ajustes se están haciendo para determinar los cobros? ¿Se va a realizar un cobro parcial?
- ¿Cuándo se tiene previsto que salgan al cobro estos recibos?
- ¿Cuántos abonados se encuentran en esta situación?
No obstante, la Dirección Comercial de la Gran Área Metropolitana (GAM) del AyA se limitó a informar de que están “desarrollando y probando ajustes en el sistema de cobro automático”.
“Una vez concluido este proceso, el AyA informará oportunamente a los usuarios y procederá a facturar a los clientes afectados por la interrupción del servicio debido a la contaminación en el sistema de Guadalupe, según corresponda”, añadió.
Crisis del agua
La afectación en el suministro de agua potable se registró el 22 de enero, cuando vecinos de Goicoechea, Moravia y Tibás comenzaron a alertar sobre un olor y sabor a combustible en el agua que llegaba a sus casas.
No fue sino hasta tres días después que las autoridades confirmaron la presencia de hidrocarburos en el líquido que abastece a 107.000 personas de esos cantones. Pasaron otros 10 días antes de que se conociera que el tipo de contaminante presente en el líquido era el xileno, un hidrocarburo incoloro, con un distintivo aroma dulce, y con propiedades altamente inflamables.
A partir de esos hallazgos, el AyA anunció que habría racionamientos y suspensiones del servicio hasta el 11 de febrero, es decir, hasta 10 días después de emitida la medida cautelar.
Sin embargo, los racionamientos continuaron, como lo denuncian los usuarios en las redes sociales. El Instituto ahora atribuye estos cortes a bajos niveles en los tanques que suministran agua potable a la población.