La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) decidió desmantelar su planta en Moín, Limón, y prepararla para el proyecto de modernización y ampliación que impulsa con China.
El viejo plantel, que se inauguró en el año 1967, dejó de refinar petróleo en agosto del año pasado, justo después de que un incendio afectó sus instalaciones.
Ahora, todos los hidrocarburos que importa el país vienen refinados y listos para su venta.
Jorge Villalobos, presidente de Recope, dijo que los de 400 empleados del plantel se dedican a tiempo completo a desmontar la refinería. “El personal está desarmando todo para evaluar los equipos y ver cuáles se pueden utilizar en una futura ampliación. Trabajan más ahora que está parada la refinería que cuando está funcionando”, aseguró .
Dicha planta apenas tenía capacidad para procesar unos 18.000 barriles al día, cerca del 25% del consumo nacional.
No obstante, el proceso es deficitario y los productos finales no cumplen con las especificaciones técnicas exigidas en el país.
Por esta razón, el jerarca de Recope consideró que, de no prosperar la iniciativa para construir una planta en asocio con los asiáticos, el país tendrá que resolver el destino de las instalaciones.
“Se deberá decidir si se continúa operando a pesar de que no es rentable o si se cierra y entonces se despide gente tanto allá(Moín) cómo aquí (sede en San José)”, manifestó Villalobos.
Que no sea rentable, ¿quiere decir que deja pérdidas?, se le consultó . Su repuesta fue positiva.
“Existe una estimación de (pérdidas) de $30 millones a $35 millones anuales. Tenemos confirmación de datos”, añadió.
En otras palabras, el país recibe un mayor beneficio si la refinería está paralizada.
El proyecto con China permitiría ampliar la capacidad de refinación a 60.000 barriles diarios con una inversión de $1.200 millones.
Villalobos dijo estar esperanzado en que el plan se concretará, aunque aún hay temas claves pendientes, entre ellos, el financiamiento.
William Obando, responsable de Relaciones Laborales del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Afines de Recope, dijo que la expectativa es que el plan con los chinos prospere, pues cada etapa ha sido respaldada por estudios técnicos.
El personal de refinería, agregó, se está capacitando para asumir las exigencias de una nueva planta.
“Estamos apostando por el conocimiento que tenemos del proyecto, que va, salvo alguna cosa que se presente desde el punto de vista económico o político”, comentó.