Desde mayo del 2022, cuando asumió la actual administración, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) ha afirmado que los aumentos en los precios de los combustibles no son resultado de propuestas suyas. Sin embargo, el exregulador general, Dennis Meléndez Howell, explicó que, en la práctica, sí lo son.
Aunque Recope afirma que no pide aumentos de precios, el que fuera jerarca de la Aresep entre 2010 y 2016 considera que esta postura es una “discusión bizantina”, pues las decisiones de rebajas y alzas en los precios se basan en la información proporcionada por Recope.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), entretanto, es la entidad responsable de formular y promulgar los trámites relacionados con las tarifas y precios de los servicios públicos, incluyendo los hidrocarburos.
“Recope me recuerda con eso un cuento de la folclorista Carmen Granados que decía: ‘Oiga chiquillo, deje de jalarle el rabo al gato y el chiquillo se volvía a decir: no mamá, no le estoy jalando el rabo, yo solamente lo estoy sosteniendo; el gato es el que jala’. Una discusión bizantina de este tipo es la que tiene ahorita Recope”, afirmó Meléndez.
El economista señaló que Recope tiene la obligación legal de proporcionar a la Autoridad Reguladora detalles sobre las facturas de las importaciones de combustibles que realiza.
Manifestó que aunque la empresa estatal adquiere hidrocarburos en el extranjero y no tiene control sobre los precios internacionales, su gestión comercial puede influir en los precios locales.
“Si Recope no compra en los mejores términos, aunque supongo que hace su mejor esfuerzo en ello, tiene una responsabilidad directa en las tarifas que pagamos en Costa Rica”, aseveró.
Meléndez Howell recordó que, durante muchos años, la refinadora denominaba “solicitud” a la presentación de ajustes de precios, lo cual es equivalente a lo que está ocurriendo actualmente: una entrega de información que afecta las tarifas.
“A mí me parece casi gracioso todo esto y más porque el presidente de Recope, Juan Manuel Quesada, fue intendente de Energía de la Aresep. Él conoce todo esto; no entiendo cuál es el interés de decir todo esto ahora”, manifestó.
Como anécdota de su tiempo en la Aresep, Meléndez Howell rememoró que cuando el personal de Recope enviaba la información para una rebaja extraordinaria de los combustibles, parecía estar contento y decía que “Recope solicitaba una rebaja”.
“Estos días, a veces tengo la impresión de que Recope, que dice públicamente no pedir alzas, en cambio sí se alegra y se publicita cuando se trata de rebajas”, aseveró.
Aumentos y silencio
Entre agosto de 2022 y enero de 2023, los precios de los hidrocarburos en Costa Rica experimentaron una tendencia a la baja y, con ello, ajustes extraordinarios favorables para los consumidores.
Aquello se derivó en gran medida del comportamiento de los carburantes en los mercados extranjeros y por variaciones del tipo de cambio.
Lo anterior motivó anuncios de rebajas por parte de Juan Manuel Quesada, jerarca de Recope. Incluso, el 13 de enero del 2022, el jerarca apareció en un video junto con el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, informando sobre un ajuste a la baja.
Sin embargo, el 10 de febrero de 2023, la institución envió un comunicado informando que trasladaba el trámite de ajuste extraordinario de ese mes a la Aresep para “evitar incertidumbre a los costarricenses sobre los ajustes al precio de los combustibles” y que sería la Aresep la que comunicaría, en esa oportunidad, las “tarifas correspondientes”.
Un mes después, el 13 de marzo, Aresep indicó que, basándose en la información dada por Recope, el precio por litro de la gasolina súper aumentaría de ¢729 a ¢777 (¢48 más); la gasolina regular, de ¢670 a ¢756 (¢86 extra); y el diésel, de ¢747 a ¢717 (-¢30).
Para esta semana, se espera otro aumento en las gasolinas y también del diésel. La súper subirá ¢66; la regular, ¢52; y el diésel, ¢44.
Según la información proporcionada por Recope hace unos días, Aresep resolvió que el precio por litro de la súper pasará de ¢721 a ¢787; el de la regular, de ¢692 a ¢744; y el costo del diésel pasará de ¢590 a ¢634.