La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) evadió explicar el deterioro progresivo en la calidad de la gasolina regular detectado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), la semana anterior.
Además, la empresa descartó corrección alguna pese a incumplir normativa técnica para resguardar a los consumidores, pues el combustible que distribuye puede afectar el desempeño de los motores y tambieen la potencia en la aceleración.
“La respuesta de Recope a la Autoridad Reguladora, por medio del oficio GG-0532-2023 la estamos valorando técnicamente. En realidad, Recope no respondió. Por tanto, estamos trabajando una nota complementaria, precisando consultas técnicas específicas, dada la responsabilidad que tiene la Autoridad Reguladora de armonizar intereses entre prestadores, usuarios y todas las partes interesadas”, confirmó el ente regulador.
Lejos de atender el llamado, autoridades de la Refinadora acusaron a la Aresep de “temeraria” por señalarle sus incumplimientos y también la caída sostenida desde 2022 la calidad de la gasolina súper con base en los parámetros del Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) 75.01.19:19.
A criterio de Recope, es la Aresep quien desconoce las reglas tal y como lo manifestó Karla Montero Víquez, gerente general de la Refinadora, en el oficio GG-0532-2023 remitido a la Autoridad el 16 de junio anterior.
Desde la semana pasada, La Nación consultó a Recope sobre los hallazgos y solicitudes del ente regulador pero la empresa no dio respuesta.
Incumplimientos
El desencuentro entre Aresep y Recope surgió luego de análisis de laboratorio que determinaron incumplimientos en la calidad de la gasolina regular, específicamente, en una característica llamada curva o punto de destilación, ligada a la temperatura a la cual el combustible debe evaporarse para generar un rendimiento óptimo del motor y prevenir exceso en el consumo.
Este atributo se vincula a la volatilidad de la sustancia.
Las normas de calidad que aplica el país conforme el RTCA y que son aceptadas por Recope, dictan rangos de volatilidad a una temperatura entre 77 grados centígrados (°C) como mínimo y 121 °C como máximo. Para medirlo, se realiza una prueba consistente en tomar 100 mililitros de producto que se calientan hasta alcanzar la ebullición.
Al 50% de evaporación del producto, este debe presentar una temperatura entre los rangos citados. No obstante, los análisis de la semana pasada arrojaron un registro de 73,2 °C en el carburante distribuido por Recope en sus planteles.
Por esta razón, el intendente de Energía de Aresep, Mario Mora Quirós, pidió al presidente ejecutivo de la Refinadora, Juan Manuel Quesada Espinoza, un informe técnico que explicara “las causas del deterioro”, así como un plan de acción con medidas correctivas. Así se le hizo saber en el oficio OF-0585-IE-2023 del 14 de junio.
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‘No hay razones’
Karla Montero Víquez, gerenta general de Recope, calificó las observaciones de Mora como “temerarias” y, según su interpretación, todo se reduce al supuesto desconocimiento del funcionario de los análisis de laboratorio.
Conforme su respuesta al Intendente, Recope interpreta que la propiedad analizada en la prueba puede arrojar variaciones de hasta 3,8 °C, como ocurrió en este caso sin que esto implique un declive de calidad.
“Esto significa que un resultado de 77 °C puede variar entre 73,2 °C y 80,8 °C, si se mide en diferentes equipos por diferentes operadores”, indicó Montero Víquez.
“En ese contexto, considerando que no ha habido incumplimiento por parte de mi representada de las normas de calidad de la gasolina plus, no existen razones técnicas objetivas para elaborar un informe técnico bajo el temerario supuesto de desmejora de la calidad de la gasolina Plus 91″, expresó la funcionaria.
Asimismo, la funcionaria le comunicó a la entidad reguladora que considera innecesaria la acción correctiva alguna pues, conforme su interpretación, Recope cumple a una temperatura de 73,2 °C la norma RTCA aun y cuando esta fije el mínimo en 77 °C.
Los análisis que descubrieron esos incumplimientos los elabora el Centro de Electroquímica y Energía Química (Celeq), de la Universidad de Costa Rica, el cual opera como regulador para las auditorías de calidad en los carburantes que procesa Recope como parte de un contrato con Aresep.
La Autoridad aseguró este martes que dará seguimiento a esta situación por sus potenciales efectos dañinos para los consumidores.
José Miguel Masís Aguilar, director de la Cámara de Empresarios del Combustible, consideró la postura de la empresa como conformista y advirtió d eun problema potencial para las estaciones de servicio.
“Me parece que la mejora en la calidad debería ser siempre constante y, se ha venido cayendo de manera sostenida hasta el límite. No deberíamos estar allí porque así se evitarían conflictos y se aseguraría al consumidor el producto por el cual paga”, declaró el empresario.
Para Masís, es de interés de las estaciones, que Recope nunca esté cerca de los limites permitidos, pues las gasolineras podrían verse afectadas.
“Cualquier caída por debajo del mínimo, como pasó la semana anterior, atraerá la inspección de Aresep primero a las estaciones aun y cuando estas no sean responsables. Aunque Recope crea que está bien situarse en el piso de la norma, cualquier situación ajena a las estaciones que viole ese mínimo las afectará”, explicó.
En el 2022, según el Manual de Productos 2023 de Recope (página 14), la temperatura de ebullición (volatilidad) fue de 92,2 °C en la gasolina regular. Sin embargo, en sus planteles de Moín (en Limón) y Barranca (Puntarenas) ese registro se desplomó a 77 °C este mes, luego de que ambos registraban promedios de 93 °C el año pasado.
El plantel de El Alto, en Ochomogo, Cartago, también evidencia deterioro en la calidad, pues bajó de 92 °C el año pasado a 80 °C en este mes de junio. Las mismas temperaturas de repiten en el de la Garita, en Alajuela, indican los reportes de Aresep.