La Red de Cuido para adultos mayores en pobreza reclama un aumento en su presupuesto.
Las 2.800 personas en lista de espera por ayudas, así como el crecimiento progresivo de la población con más de 65 años, hacen que el incremento de recursos sea una urgencia para el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam).
Zulema Villalta, presidenta ejecutiva del Consejo, explicó que la Red recibe recursos del 2% del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf). La entidad aspira a que ese presupuesto aumente a 5%.
La funcionaria criticó que la atención para ancianos reciba menos recursos que otros grupos de la población.
“Y si lo vemos de una forma objetiva, los nacimientos van decreciendo, y el envejecimiento está aumentando exponencialmente”, argumentó.
Según los estudios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el 2014 había 636.800 personas mayores de 65 años en el país, lo que correspondía a un 13,3% de los habitantes. Las proyecciones sugieren que, para el 2050, esa población representará el 21% de la población.
La propuesta para incrementar los recursos para Conapam se encuentra en estudio en la Asamblea Legislativa.
Otra urgencia, dijo Villalta, es concientizar a las personas sobre la importancia de cuidar adecuadamente a los ancianos.
El criterio lo comparte Gerardo Zeledón, coordinador administrativo del albergue de rehabilitación de adultos mayores alcohólicos, en Tirrases.
“Si la red de cuido fuera bien divulgada, muchísima gente valoraría todo ese bien social que se produce. Esa es una de las cosas más significativas con las que yo me he encontrado. Sólo cuando uno está viendo esto entiende lo que es”, aseguró.
Cobertura. Durante el primer trimestre del 2016, la Red de Cuido de adultos mayores atendió a 12.086 personas, distribuidas en 53 redes, con una inversión de ¢1.500 millones.
La mayor parte de las ayudas consisten en la entrega de alimentos, medicamentos, productos de higiene, electrodomésticos y dispositivos, así como el pago de alquileres y servicios básicos, para facilitar el día a día en el hogar propio.
Esa es la asistencia que se le da a Eduardo Quirós, un señor de 73 años. Él vive en el precario Valle del Sol, en Tirrases, con su esposa y sus dos hijos, quienes tienen discapacidad mental.
“Es muy buena la ayuda; nos sirve de mucho la comidita que nos dan. También nos dieron la cocina, lavadora, una sartén eléctrica y un microondas. Antes de eso, no conocíamos nada”, contó don Lalo, como lo llaman en el barrio.
Muy cerca de él vive doña Rita Rosas, de 77 años. Ahora, después de haber trabajado en limpieza de casas y de haber criado a sus siete hijos, vive sola.
Ella recibió de la Red de Cuido una cocina y también la apoyan con alimentos.
“Eso de la red de cuido, francamente, me ha ayudado montones. Estoy desde hace como dos años. Si no fuera por eso, la pensioncita es muy pequeña y no alcanza. Y eso que es desde hace un tiempo que me la dan, antes no la tenía”, comentó.
La refrigeradora dejó de funcionar hace tiempo, por lo que la Red de Cuido de Curridabat procurará conseguirle otra.
El programa también contrata a asistentes domiciliares, que ayudan a las familias en la atención de los ancianos, ya que en muchos hogares no disponen de tiempo o no dan abasto para cumplir con dicha tarea.
La Red de Cuido procura evitar el envío de las personas a albergues. En cambio, busca la posibilidad de que vivan con familias solidarias o con otros ancianos en hogares comunitarios.
Además de mayores recursos para la Red de Cuido, Villalta considera que el sistema de salud del país debe avanzar en la atención de los adultos mayores.
Por eso, en conjunto con la primera dama, Mercedes Peñas, el Conapam trabaja en un plan piloto para que seis hospitales regionales creen unidades de atención geriátrica. El plan se iniciaría en abril del 2017, en centros de Limón, Heredia, Alajuela, Cartago, Guanacaste y Puntarenas.