Después de 10 años de tratar por diferentes vías legales, el Registro Civil notificó este miércoles a Ana Isabel Sanz y Christine Unold la corrección de los apellidos de sus tres hijos, hasta ahora registrados como hijos de madre soltera, para darles el apellido de ambas.
“Hoy el Registro Civil nos notificó que se corrigieron los apellidos de nuestros tres hijos, los cuales estaban registrados como hijos de madre soltera con mis apellidos (madre costarricense-española), para que aparezcan también con los de mi esposa Christine, de origen suizo”, expresó Ana Isabel Sanz.
Ana Isabel Sanz y Christine Unold fundaron, en junio 2012, la Asociación Familias Homoparentales y Diversas de Costa Rica, de la cual Ana Isabel es presidenta.
LEA MÁS: TSE anuncia reglas para inscribir apellidos de hijos de matrimonios homosexuales
Uno de los objetivos de esta asociación es asegurar el reconocimiento de la identidad familiar y la filiación de las personas menores de edad que crecen en hogares conformados por personas LGBTI+, independientemente de cómo fueron concebidos o gestados bajo el principio de interés superior de la persona menor de edad.
“Con este reconocimiento de la doble maternidad se asegura la protección legal de nuestros tres hijos cumpliendo finalmente la premisa básica de este derecho humano fundamental que se nos violentó por muchos años: la identidad familiar de los menores con los apellidos de sus dos madres, tal y como está constituida nuestra familia, prevaleciendo el principio básico del interés superior de las personas menores de edad”, expresó Sanz.
Según explicó, este reconocimiento abre una esperanza a más de 1.100 familias homoparentales en Costa Rica, cuya identidad familiar no estaba reconocida por el Estado.
“Esta situación que sufrimos durante años, desde que en 2010 el Estado costarricense rechazó reconocer la identidad original de los niños mayores (ya otorgada en su país de nacimiento, España, y reconocida en Suiza por la nacionalidad de Christine), hizo que se les violentara a ellos su identidad familiar.
“Esto nos colocaba a todos en Costa Rica en una situación de total vulnerabilidad e indefensión, ya que no contábamos con las herramientas más básicas de protección, como, por ejemplo, la custodia de los niños en caso de la muerte de alguna de nosotras, sus madres”, manifestó Sanz.
Relató que el hecho de que sus hijos no tuvieran los apellidos de ambas les provocaba situaciones incómodas.
Les ocurría, por ejemplo, en embajadas y aeropuertos cuando viajaban ya que en sus documentos españoles y suizos aparecían con unos apellidos, y en los pasaportes costarricenses con otros apellidos diferentes.
“Una vez, con los niños muy pequeños, perdimos incluso un vuelo cuando los oficiales de migración en Alemania llegaron a cuestionar nuestra relación familiar bajo sospecha de tráfico ilegal de niños. Se los llevaron incluso a ellos aparte para interrogarlos. También enfrentábamos continuos chequeos técnicos en aeropuertos para verificar si los pasaportes eran falsos, todo por tener nuestros hijos diferentes apellidos”, relató.
Según contó, algunas personas les cuestionaron porqué vivir en Costa Rica en estas circunstancias.
“Yo lo digo de forma muy clara: amamos Costa Rica con el corazón. Yo (Ana Isabel) nací y crecí en esta tierra maravillosa. A pesar de ser un país pequeño, somos ejemplo en muchas áreas, pero en especial nos distinguimos porque somos un país de paz, de respeto a los derechos humanos y a los valores democráticos que nos han moldeado en casi 200 años de vida independiente”, dijo Sanz.
Para la pareja, irse de vuelta a España o Suiza podía haber sido probablemente el camino más fácil, pero no era el correcto.
“No se trata de huir cuando las cosas se ponen cuesta arriba. Se trata de contribuir a transformar nuestra realidad de forma positiva, reconociendo la diversidad familiar de sus habitantes, de promover los valores cívicos de respeto y convivencia pacífica, de entender que podemos llevarnos bien y contribuir todos y todas al progreso de Costa Rica aportando todos por igual, sin dejar a nadie atrás”, declaró.
La Asociación Familias Homoparentales y Diversas de Costa Rica está compuesta por 70 familias de padres y madres LGBTI+.
Otro de los objetivos es promover el derecho legítimo a constituir una familia como un derecho fundamental que no debe serle negado a nadie.
Además, promover una sociedad más inclusiva promoviendo el respeto y la sana convivencia de modelos familiares diversos en la sociedad y enhebrar una red de apoyo a las distintas familias a través de talleres y encuentros familiares.
El 26 de mayo del 2020 entró en vigencia del matrimonio igualitario en Costa Rica.
El 16 de junio, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) anunció las reglas para inscribir apellidos de hijos de matrimonios homosexuales.
Se estableció que los bebés en una familia de dos mujeres, recibirán automáticamente los apellidos de ambas mujeres, mientras que los hijos de dos papás deberán ser adoptados, por imposibilidad legal de aplicar presunción.