Algunas agencias dedicadas a rentar vehículos han encontrado en Uber una opción para ampliar su cartera de clientes.
Pese a la insistencia de las autoridades en declarar que ese servicio de transporte es ilegal, esas compañías se han lanzado a explorar ese mercado.
Mediante Internet, ofrecen diferentes facilidades para que personas sin carro propio puedan convertirse en choferes de la transnacional Uber.
A cambio del automotor, los clientes se comprometen a trabajar para Uber y trasladar el 40% de cada viaje al rent a car .
Además, los conductores se deben responsabilizar de pagar otros rubros como seguros de garantía, gastos semanales de mantenimiento preventivo, gasolina y seguro, entre otros.
Por ejemplo, la empresa ANC Ground Services, representante de las marcas Alamo Rent a Car, National Rent a Car y Enterprise Rent a Car, solicita que los choferes cumplan con un ingreso de $500 por semana.
La compañía pone como requisitos ser mayor de 25 años, tener licencia con un mínimo de dos años de aprobada, secundaria completa, cochera propia y poseer una cuenta bancaria.
En un correo enviado a un eventual cliente, se indica que el chofer deberá cancelar un depósito de garantía, pagar ¢13.500 semanales de mantenimiento y ¢5.400 semanales por un seguro por daños del carro.
La firma ofrece una póliza para el conductor, pero no precisa de qué tipo ni de cuánto es la cobertura en caso de accidente.
La Nación intentó hablar con representantes de esta agencia, pero no respondieron las llamadas realizadas.
Otro modelo. Centriz Rent a Car también ofrece un sistema similar al de ANC Ground Services, pero agrega una modalidad de renta por un año con mensualidades fijas por mes.
Paulo Vargas, gerente general de Centriz, afirmó que no están haciendo nada ilegal al ofrecer vehículos para Uber.
“En el momento que la Sala IV se pronuncie a favor o en contra (de Uber), acataremos inmediatamente la orden”, declaró Vargas, vía correo electrónico.
Centriz recibió más de 600 solicitudes la semana que lanzó este producto, esa cifra ha ido bajando hasta 40 peticiones por semana.
Desde que se abrió, se han inscrito 30 personas.
En caso del decomiso de un vehículo, la empresa se hace cargo de la multa y de su recuperación.
En febrero, la Policía de Tránsito decomisó un carro de un chofer de Uber de apellido Leandro.
Las personas que sean sorprendidas por Tránsito conduciendo para Uber, se exponen a multas de hasta ¢2,1 millones.
Crítica. “Hay una desesperación de varios sectores y uno de ellos son las agencias de carros rentados”, dijo Gilbert Ureña, del Foro Nacional de Taxistas.
De acuerdo con el dirigente de los taxistas, estas compañías se exponen hasta perder su patente por alquilar carros para Uber.
Ureña acusó a los rent a cars y al Gobierno de ser cómplices de un servicio ilegal.
La transnacional Uber inició operaciones en el país en agosto del año anterior.