Por segunda vez, representantes de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca) dejaron plantado este lunes a personal de la Aresep responsable de investigar sus operaciones.
Los funcionarios de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) hicieron la convocatoria para la mañana de este lunes, para explicar el proceso para aclarar los costos y dudas en relación con sus plantas hidroeléctricas Aguas Zarcas y La Esperanza.
La reunión prevista hoy en la sede de la Aresep, en Guachipelín (Escazú), nunca ocurrió; confirmó Mario Mora, intendente de Energía.
El funcionario explicó que, a la fecha, la cooperativa posee cuatro empresas y participa en tres consorcios cooperativos por lo cual la fiscalización “resulta necesaria" para comprender cuál es el tratamiento regulatorio que debe darse a este modelo de gestión de la empresa, que da el servicio a 93.000 abonados.
"En este contexto, dado que Coopelesca ha tomado la decisión de no presentarse, por segunda vez, a la reunión programada, la Intendencia dará inicio al estudio, solicitando formalmente la documentación requerida para tales efectos", advirtió Mora.
No se precisó la fecha de la primera reunión al que no se presentaron.
Según el área de prensa de la Aresep. esta es la primera ocasión que una empresa regulada se resiste a un proceso de fiscalización "rutinario" y al cual se someten cada año las compañías en el sector.
En diciembre pasado, la Aresep rechazó una solicitud de la Cooperativa para aumentar en 14% la tarifa a sus 93.125 abonados para cargarles, entre otros gastos, ¢4.800 millones por la compra de la planta hidroeléctrica Aguas Zarcas, localizada en San Carlos, Alajuela.
Dicho monto corresponde al pago del crédito y la adquisición de energía que hace Coopelesca R. L. de su propia represa.
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El expediente de la investigación, el OT-084-2018, indica que cuando la Autoridad revisó la solicitud de alza de 14% descubrió limitaciones en el acceso a información de Coopelesca con respecto a la separación de activos, deudas y costos de las plantas Aguas Zarcas y La Esperanza.
Las deficiencias halladas se centraron en los arrendamientos operativos de ambas instalaciones las cuales representaban 58% de los costos propuestos por la empresa en su solicitud.
El pasado 23 de marzo, el gerente de Coopelesca, Omar Miranda Murillo, pidió por escrito al regulador general, Roberto Jiménez, abrir un procedimiento disciplinario y sancionar a los funcionarios de la Intendencia de Energía que analizaron la solicitud de aumento.
En el documento, en poder de este diario, Murillo argumenta que su compañía fue “víctima” de supuestas “faltas, errores y omisiones” por parte de la Aresep.
Según dijo, la Intendencia de Energía “se niega a reconocer los arrendamientos operativos de plantas de generación que tiene Coopelesca”.
Coopelesca, R. L. compró la planta Aguas Zarcas a la empresa Holcim Costa Rica, el 7 de octubre del 2014 en $35,3 millones.
El Banco de Costa Rica (BCR) financió el proyecto con $32,7 millones, es decir ¢17.747 millones al tipo de cambio del día de la formalización del préstamo.
Holcim tenía reportada la obra en sus estados financieros en ¢6.121 millones ($12 millones, al tipo de cambio del 2017) y, realizadas las depreciaciones, su valor era de ¢1.384 millones ($2,7 millones).
El crédito del Banco a la Cooperativa se otorgó cuando Alberto Raven Odio era fiscal de la junta de Holcim y también directivo en el BCR. La transacción de compra de la planta la hizo el bufete Zurcher, Odio y Raven del cual Raven es socio.