Una resolución emitida por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) abre la puerta para la intensificación del turismo en la Isla del Coco.
El nuevo Plan de Manejo del Parque Nacional Isla del Coco, publicado el pasado 6 de junio en el diario oficial La Gaceta, incluye dentro de las áreas de manejo de ese territorio una zona de alta intervención donde, según indica el texto, los objetivos de “conservación y desarrollo están dirigidos a contar con espacios en los que se pueda mantener una actividad turística sostenible de carácter permanente y más intensiva”.
El documento señala que estas actividades se desarrollarán “sin dejar de tener controles y normas estrictas, pero consensuadas con los propietarios de las tierras o beneficiarios directos de estas actividades”. Añade que la intervención para uso administrativo y especial en esa zona tiene mayores posibilidades de desarrollarse mientras esté debidamente planificada y controlada.
El Parque Nacional Isla del Coco, creado en 1978, es un área protegida administrada por el Estado costarricense. En tierra firme no hay construcciones privadas; solo existen las instalaciones públicas que utiliza un pequeño grupo de guardaparques y funcionarios. Los visitantes ocasionales, en su mayoría investigadores y turistas de nicho, deben quedarse a dormir a bordo de sus barcos.
La aprobación del nuevo plan de manejo fue dada a conocer, este viernes, por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, durante la inauguración del evento “Inmersos en el Cambio”. Dicha actividad es parte del proceso político hacia la Tercera Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC2025), de la cual Costa Rica y Francia serán los anfitriones.
Consultados sobre los alcances de la resolución, Gina Cuza Jones, directora regional del Área de Conservación Marina Coco, y Esteban Herrrera Herrera, director de áreas silvestres protegidas de esa misma área, alegaron a La Nación que la redacción del texto se presta para confusión, pues afirmaron que el nuevo plan no implica la posibilidad de hacer obras para turismo en la isla.
Insistieron en que la zonificación descrita en el documento es solo una guía para la elaboración posterior de planes específicos de manejo. Agregaron que la única intervención de alto impacto en infraestructura la podrían hacer ellos para, por ejemplo, construir una antena para señal celular o algún tipo de inmueble para los guardaparques.
“No se puede construir otra cosa. Cuando se haga el reglamento de uso público, ahí se define todo. El plan es una guía y el reglamento de uso público. Define todo. No vamos a abrir turismo, a que pueda pernoctar. Esa zona de alta intervención es para nuestras propias necesidades”, aseveró Esteban Herrrera.
Por su parte, Gina Cuza sostuvo que la resolución publicada en La Gaceta es un resumen del plan de manejo de 160 páginas donde se especifica qué se puede hacer y qué no en esa área.
No obstante, el Plan General de Manejo Parque Nacional Isla del Coco 2024-2034, publicado este viernes 7 de junio, define la zona de alta intervención de la misma forma como lo reseña la resolución del Sistema Nacional de Áreas de Conservación consignada en La Gaceta.
“Igual que en las demás zonas los objetivos de conservación y desarrollo están dirigidos a contar con espacios en los que se pueda mantener una actividad turística sostenible de carácter permanente y más intensiva, sin dejar de tener controles y normas estrictas, pero consensuadas con los propietarios de las tierras o beneficiarios directos de estas actividades”, se indica en la página 41 del documento
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Nueva zonificación de la isla
El nuevo plan de manejo del Parque Isla del Coco define cuatro zonas de manejo que describen la distribución espacial del territorio marino y terrestre de esta área silvestre según su riqueza natural y la capacidad de dichos recursos para soportar diferentes usos y actividades y, de forma paralela, mantener condiciones deseadas de preservación.
En primer lugar se establece una zona de nula o mínima intervención con el fin de mantener un estado inalterado o con un impacto casi imperceptible (protección absoluta). Allí queda prohibida la actividad turística y la investigación científica será de muy bajo impacto e intensidad y de poca frecuencia, así como un uso administrativo muy restringido.
Por su parte, la zona de baja intervención permitiría aprovechamientos de la naturaleza bajo niveles estrictos de sostenibilidad en el manejo y donde se permitirán prácticas de uso administrativo o especial y un turismo de bajo impacto, “pero con un poco más de intensidad y frecuencia”.
Una tercera categoría de mediana intervención permitirá intervenciones con más frecuencia e impacto en las prácticas y actividades que se podrán desarrollar pero, dice el documento, donde el impacto se pueda controlar “aunque con límites razonables establecidos con normas muy estrictas”.
Esta categoría plantea la posibilidad de desarrollar servicios y facilidades permanentes para turismo sostenible de mediano impacto. “La presencia humana y otras construcciones serán de mediana densidad, al igual que las construcciones asociadas para uso administrativo o especial”, indica el plan.
Finalmente, hay una zona de intervención mucho más alta que las anteriores. Sin perder la categoría de área silvestre protegida, esta zonificación dejará “mucha más oportunidad para el desarrollo de prácticas y actividades propias de una alta intervención”.
Riqueza de la Isla del Coco
El Parque Nacional Isla del Coco alberga sistemas de arrecife que tienen la mayor cobertura coralina del Pacífico costarricense, con gran diversidad de especies en sus arrecifes coralinos, rocosos y profundos. Allí se desarrollan importantes dinámicas, ecológicas entre especies residentes y migratorias.
También posee ecosistemas pelágicos (se refiere a especies que viven en aguas medias o cerca de la superficie) dada la alta diversidad de organismos marinos residentes y migratorios claves en los ecosistemas marinos, muchos de los cuales están amenazados o en peligro de extinción.
Del mismo modo, allí se localizan montes submarinos los cuales consisten en elevaciones de lecho submarino que pueden alcanzar los 2.000 metros de altura, sin emerger a la superficie. Son sitios de alimentación y descanso para especies migratorias, sirviendo como corredor marino entre las islas del Pacífico Este Tropical.
El Parque se localiza en el océano Pacífico, a 532 kilómetros de la costa de Cabo Blanco. Tiene una extensión de 2.400 hectáreas en la parte terrestre y 97.235 hectáreas en la parte marina.