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Ante las continuas inundaciones que desde hace décadas azotan a los pobladores de Turrialba, representantes de la comunidad impulsan la reubicación del sector de la ciudad que suele resultar más afectado por el desbordamiento de ríos.
La propuesta del Comité Cívico Turrialbeño es construir “una ciudad moderna, totalmente autosostenible, al sur de la actual ciudad, único punto viable para levantarla”, según palabras de Patricia Gómez, vocera de esa organización.
“Estos desastres han deteriorado emocionalmente a los turrialbeños, quienes sufren cada vez que hay lluvias torrenciales en la parte alta de la ciudad”, manifestó la representante.
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La primera reunión del movimiento para crear “la nueva ciudad de Turrialba”, se realizó el viernes anterior, en la sede regional de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La comisión interinstitucional que impulsa el proyecto está integrada por Juan Carlos Méndez y Mohanamed Ibraim, del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), este último director de este organismo; Walter Coto, del Comité Cívico Turrialbeño (CCT); Luis Fernando León Alvarado, alcalde de ese cantón; Miguel Arévalo y Miguel Herrera, del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA) y Arturo Rodríguez, presidente del Concejo Municipal.
En los 56 kilómetros cuadrados del cantón residen alrededor de 74.000 personas.
Negociaciones
De acuerdo con Walter Coto, coordinador del Comité Cívico Turrialbeño, una de las conclusiones a las que llegaron en el primer encuentro es que ante la amenaza latente que vive Turrialba y que se agrava con el cambio climático, es necesario negociar con el Catie y el IICA , la donación o venta de 300 hectáreas relativamente ociosas de las 1000 que les dio el Estado, para instalar allí en el sureste la nueva ciudad.
Coto agregó que la comunidad entró en un proceso de toma de conciencia de que no son solución las medidas paliativas que se aplican todos los años, como el uso de maquinaria para limpiar los cauces de los ríos Turrialba y Colorado, pues al año siguiente el problema se vuelve a presentar, por lo que los trabajos realizados y las inversiones cuantiosas se pierden anualmente.
Un estudio de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), aseguró Coto, hizo las mismas observaciones que el Comité en cuanto a la necesidad de buscar soluciones prácticas y realistas, no paliativas.
En el 2021, Turrialba sufrió el julio más lluvioso en los últimos 79 años, pues en solo 36 horas cayó el doble del promedio de lluvias de todo el mes. La emergencia causó destrozos en viviendas y establecimientos, así como el cierre de vía.
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De nuevo, este julio, las fuertes lluvias dejaron daños en estructuras públicas y terminaron de arrasar lo que había quedado en pie, pero muy deteriorado, un año atrás.
El pronóstico es que estas emergencias se intensifiquen con el cambio climático.
