
El tren no tendrá que disminuir el volumen de la bocina al pasar cerca del Colegio Calasanz, en el cantón de Montes de Oca, San José.
La Sala IV rechazó un recurso de amparo interpuesto por un vecino, quien argumentó que esa bulla excesiva impide dormir a su bebé.
Pese al fallo, el alto tribunal dio una directriz al Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y al Ministerio de Salud.
“Se ordena la ejecución de todas las acciones que estén dentro de su ámbito de competencias, para que los planes previstos para implementar otras alternativas de seguridad vial sean debidamente aplicados cuando técnicamente así se determine”, estableció el fallo.
Ricky Yu, quien presentó el amparo, dijo que el escándalo lo genera la máquina vieja, porque activa la pitoreta 600 metros antes de pasar el cruce que está por su casa.
“Los trenes nuevos, traídos de España, no hacen tanto ruido. Lo único que pedimos fue que cambiaran la bocina”, señaló.
El Ministerio de Salud también rechazó una solicitud de Yu, pues argumentó que los sonidos producidos con artefactos para la prevención de accidentes están exentos de regulación, según un reglamento de control del ruido.
En mayo del 2006, la Sala IV si ordenó al Incofer bajar el volumen del pito del tren metropolitano, tras el alegato de un matrimonio que reside en Sabana Sur, San José.