Un funcionario del ICE, quien ejerce un cargo de alto rango, presentó un recurso de amparo ante la Sala IV con el alegato de que en el Instituto no se le asignan funciones, lo cual le provoca ansiedad y depresión.
Según el reclamo, el funcionario del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) suma casi un año ocioso; sin desempeñar tareas inherentes al puesto que ostenta y, además, sin contar con el espacio físico acondicionado, en caso de que tuviese que realizarlas algún día.
El subjefe de la Dirección de Gestión Integral de Riesgos, de 59 años de edad y 37 de laborar para el ICE, indicó que sus alternativas han sido recurrir a ofrecerle su colaboración a otros empleados, o bien, “quedarse sin hacer nada durante todo el día”.
El personero asegura en el recurso que no ha obtenido respuesta aunque ha insistido en varias ocasiones.
Tal situación, agrega, le genera “una gran incertidumbre e inseguridad personal”, además de que provoca un detrimento a su salud, pues lo ha llevado a sufrir de depresión y angustia.
El recurso lo presentó ante la Sala IV el 22 de junio de este año, en contra del presidente ejecutivo, Carlos Obregón; y otras autoridades del Instituto.
Los magistrados del tribunal Constitucional acogieron el caso para estudio (se tramita bajo el expediente 15-8853-0007-CO). La resolución está pendiente.
Por medio de la oficina de prensa, el Instituto rechazó el reclamo del empleado e informó de que ya rindió el informe correspondiente ante la Sala IV (información que fue confirmada a este medio por el tribunal).
“Por respeto a la Sala Constitucional, preferimos no ventilar detalles del caso ante la prensa”, respondió el Instituto.
La Nación contactó al afectado, pero este se limitó a decir que su situación actual “es humillante” y que prefiere esperar a que el caso se resuelva en los tribunales para referirse y así no sufrir más consecuencias. Pidió no revelar su nombre.
Historial. En los 37 años que suma de laborar en el ICE, el quejoso ha ocupado plazas como analista de seguros, jefe de sección y subjefe de dirección. Según informó, en el año 2001 fue trasladado a la Dirección de Gestión de Riesgos; unidad en la que ejerce, desde el 2007, la plaza de subjefe en condición de propiedad.
El funcionario explicó a la Sala que en agosto del 2010 se le trasladó en condición de préstamo a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), para que ejecutara proyectos relacionados con la Comisión de Integración Energética Regional (CIER).
Ese convenio cesó en setiembre del 2014, por lo que desde entonces se reincorporó al Instituto. Es desde ese mes que, según el recurrente, vive en incertidumbre por la falta de labores.
No es la primera vez que este empleado se queja por el trato en el Instituto. En el 2008, presentó otra gestión ante la Sala en el que criticó que, tras una reorganización de Riesgos ( del 2007), se le nombró subjefe pero nunca se le indicó dónde debía realizar sus obligaciones, quién se las asignaría ni bajo qué esquema organizativo, por lo que quedó “en total indefensión laboral”.
Ese recurso fue declarado sin lugar en abril del 2009.