A cuatro años del arribo del servicio no regulado Uber, taxistas formales admiten que su mercado de pasajeros se encogió tanto como para explorar migrar a vehículos eléctricos para reducir sus costos.
Hoy las tarifas aprobabas autorizan al taxista a cargarle a sus clientes gastos fijos como compra de combustible, mantenimiento del vehículo y otros rubros.
Todos estos gastos desaparecerían con un carro eléctrico y sin variarse la tarifa porque, según las autoridades, no está previsto hacer cambios en el modelo tarifario para incluir a quienes operen con un taxi eléctrico.
De hecho, entre 11.800 taxistas registrados, solo una transportista de Pérez Zeledón es la única brindando el servicio en vehículo eléctrico.
Voceros de los taxistas aseguran que su interés en esta tecnología es completo, pero condicionan su migración a que primero se apruebe el proyecto de ley de Regulación de Empresas de Plataforma de Transporte (el 21.228), que el Gobierno envió al Congreso finales de enero, donde migró a Comisión de Asuntos Económicos al mes siguiente.
Pero, ¿por qué tanto supuesto interés en carros eléctricos en conexión con una ley que regularía Uber?
Una posible explicación es que, de aprobarse ese plan de ley, se crearía un Fondo Nacional de Movilidad administrado por el Consejo de Transporte Público (CTP), el cual se utilizará para la modernización de la flota de taxis rojos en los primeros ocho años de existir.
El CTP destinaría hasta el 80% del fondo para subvencionar el pago de la prima de adquisición de vehículo nuevo. Vía reglamento, se fijarían parámetros de distribución según tipo de tecnología del vehículo (eléctrico, por ejemplo) y el monto por prima.
La suma máxima que otorgaría a cada taxista como subvención equivaldría al 15% del valor del vehículo exonerado.
Rubén Vargas, líder de la Unión de Taxistas Costarricense y uno de los principales opositores a Uber, sostuvo que sus colaboradores han analizado diversos modelos de sedanes eléctricos, como alternativa para modernizar su trabajo y cuidar el ambiente.
No obstante, aclaró que hoy un vehículo eléctrico cuesta en promedio 30% más que uno convencional, incluso luego de las exoneraciones y condiciones preferentes para carros eléctricos nuevos y usados.
“Creemos que es factible para nosotros. Estamos en revisión y trabajamos por nuestro lado con un grupo de mujeres taxistas. Eso sí, todo pasa porque se apruebe el proyecto de ley que regula Uber", explicó Vargas.
Maribel Guillén Vargas es quien Rubén Vargas señala como la taxista que analiza opciones de carros eléctricos para mujeres taxistas. Ella es representante de la empresa Multitaxi S. A.
Según Guillén, hoy los transportistas ni pueden pagar carros convencionales, ni los eléctricos porque, dice, no tienen mercado y el Gobierno tampoco les asegura el equilibrio financiero que se comprometió a darles en sus contrato de concesión.
Para ella y para el líder de la Unión de Taxistas, tampoco existen esfuerzos públicos específicos para ampliar la cantidad de taxis eléctricos.
“Si el mercado sigue con este desastre de Uber, no podríamos comprar vehículos eléctricos sin certeza de que habrá mercado para cubrir créditos para adquirir las unidades”, añadió Guillén, quien insistió en que primero debe “nivelarse la cancha” con la aprobación del proyecto 21.228.
Motores apagados
Nada de esto está cerca ya que el proyecto de ley está en la Comisión de Asuntos Económicos hace siete meses, e incluso otras autoridades descartan acciones concretas.
Por lo tanto, no se prevé por ahora una tarifa más cómoda para los pasajeros de eventuales taxis eléctricos o incluso autobuses eléctricos.
Este mes, eso sí, la Aresep fijó una tarifa única de ¢182,72 para la operación de centros de carga rápida de vehículos eléctricos. Ello haría que un recorrido de 100 kilómetros en esos vehículos cueste ¢3.200.
Manuel Vega Villalobos, director del CTP, indicó que allí tampoco tejen planes para esquemas operativos, específicamente para taxis eléctricos porque, entre 11.800 taxis registrados, sólo uno es eléctrico.
“Poco a poco el mercado del vehículo eléctrico despejará dudas. No hemos pensado parámetros para taxi eléctrico pero lo analizaremos cuando sean al menos 1.000 taxis eléctricos circulando", precisó.
La única taxista con carro eléctrico en el país se llama Leila Navas Víquez, de Pérez Zeledón, quien, por cuenta propia, lo compró. Ella lo conduce desde el 14 de junio anterior.
Su caso fue divulgado por la primera dama de la República, Claudia Dobles Camargo, quien el 5 de agosto invitó a Navas Víquez a exponer su situación a las autoridades del CTP, al viceministro de Transportes, Eduardo Brenes y a representantes del sector taxista.
Se trata de la unidad placas TSJ 29 con la cual, según Navas Víquez, su gasto semanal bajó de ¢80.000 en diésel a ¢10.000 en la factura de electricidad, con un ahorro de ¢70.000.
La Nación consultó a Dobles Camargo si además de promocionar este caso, tenía planes o acciones específicas dirigidas a tentar a más taxistas a migrar de tecnología.
Empero, la primera dama no respondió. De ello se encargó el Comisionado Presidencial de Movilidad Eléctrica, Alan Blanco Coto quien, en esencia, confirmó que actualmente no existen acciones específicas para taxis o autobuses eléctricos. Únicamente conversaciones con transportistas.
Blanco Coto sí repasó una serie de condiciones preferentes de compra y uso de carros eléctricos de corte general introducidas este año.
Por ejemplo, citó la Ley 9.518 (Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico) que libra a compradores de vehículos eléctricos nuevos o usados con cinco años de antigüedad de pagar el Impuesto Selectivo de Consumo.
El incentivo aplica solo a vehículos con un valor de costo, seguro y envío en aduanas menor o igual a $30.000.
Además, recordó que hoy existen más de 70 puntos en Costa Rica de recarga eléctrica semi-rápidos para carros eléctricos.
Blanco mencionó que ha tenido reuniones con grupos de taxistas interesados quienes han solicitado información y charlas al respecto.
“Esto es fundamental para que los taxistas conozcan cómo funciona la tecnología, qué modelos o tipo de vehículos hay, cuánta autonomía tienen, cómo se cargan, y demás temas técnicos por conocer”, explicó Blanco.
Además, afirmó que la banca pública supuestamente trabaja en abrir líneas de crédito especiales y favorables para transporte público eléctrico.
“En próximos meses se espera hacer el anuncio público de estas líneas cuando estén debidamente aprobadas”, afirmó.