Las torres de telecomunicaciones ubicadas en el volcán Irazú deberán trasladarse a otros sitios del país, por el continuo deslizamiento del terreno en la cúspide del macizo, en donde hay plantadas 84 estructuras de transmisión.
La decisión pretende evitar problemas en las comunicaciones del país.
Este es el mandato de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), a partir de un diagnóstico de los agrietamientos en la zona del coloso, luego de una visita de varios especialistas, este mes.
En diciembre del 2014 apareció una fractura en el flanco norte del macizo que empezó a falsear un área de 6.300 metros cuadrados, donde descansan las antenas para señales de televisión y radio nacionales, servicios de navegación área y enlaces para transmisión de comunicaciones estatales y de Gobierno, entre otras.
Desde entonces, grietas que antes eran de metro y medio de ancho y 90 centímetros de profundidad, se ensancharon a más dos metros y profundidades por encima de tres metros.
Esto se debería al efecto de la saturación de agua en el terreno por fuertes lluvias recientes y al sismo de 5,3 grados, del 30 de noviembre pasado, cuyo epicentro (en Capellades de Alvarado, Cartago) ocurrió a solo 21 kilómetros del cráter del volcán Irazú.
Del total, hay una antena que debe ser trasladada de inmediato, mientras que entre 10 y 15 más serán reubicadas este año, explicó Juan Ignacio Chaves, geólogo de Investigación y Análisis de Riesgo de la CNE y coautor del informe.
No obstante, aclaró, todas deberán irse en algún momento porque el lugar es inseguro.
El equipo que evaluó el terreno se compuso de personal de la CNE, la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica, la Superintendencia de Telecomunicaciones y la Escuela de Geología de la Universidad de Costa Rica.
Criterio en común. En conjunto, especialistas de todas estas entidades coinciden en que la parte del volcán donde están las estructuras se caracteriza “por altas pendientes e inestabilidad, por lo cual es terreno propenso a sufrir fuerte erosión y frecuentes deslizamientos, en particular en épocas de lluvia intensa”, indica el informe IAR-INF-0039-2017.
Chaves agregó que el área es vulnerable por el tipo de material volcánico allí, las pendientes, las lluvias y la multiplicación de grietas en partes del terreno “con un alto potencial de desprenderse en cualquier momento”.
Además, señaló que es poco factible hacer obras para estabilizar laderas, debido a las grandes dimensiones del material falseado bajo la superficie.
El traslado de estructuras a otro sitio es una tarea más complicada de lo que parece porque implica primero evaluar las condiciones del futuro recinto para confirmar si el terreno es apto para recibir torres y si técnicamente la zona es viable para transmitir.
“Hallar un punto mejor que el Irazú será todo un reto para los operadores, que son quienes definen adónde quieren irse”, explicó Edwin Estrada, viceministro del Telecomunicaciones.
Estrada insistió en que un eventual traslado de torres, requiere la participación de diversos actores, empezando por los operadores de los equipos, primeros llamados a definir e indicar formalmente cuáles son los lugares a donde planean irse.