A 12 días de terminar el 2023, Costa Rica registra 491 personas fallecidas como consecuencia de accidentes de tránsito, cuya principal causa es el exceso de velocidad, seguido por adelantamientos indebidos y conducción temeraria bajo efectos del alcohol.
Solo este último mes del año registra una trágica incidencia de 25 fallecimientos en el sitio del percance hasta el pasado 10 de diciembre a las 11 a. m., además de 105 traslados de personas graves a centros médicos de todo el país por atropello, colisión y vuelco, según los datos de la Cruz Roja.
Para 2022, los registros a diciembre contabilizaban 472 víctimas mortales; mientras que al mismo mes de 2021 se reportaron 365 muertes en carretera.
“Lamentablemente hay una falta de educación vial, de responsabilidad por parte de conductores de vehículos livianos, pesados y motociclistas haciendo acciones totalmente incorrectas poniendo en riesgo su vida y la de los demás”, declaró el oficial de tránsito, Steven Ramírez.
El funcionario llamó a la población a acatar las leyes para frenar las cifras de muertes y heridos.
En criterio del ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, las estadísticas son alarmantes.
Los oficiales atendieron, hasta el pasado 15 de diciembre, un total de 71.320 accidentes donde hubo 14.324 heridos. Por otro lado, los datos revelan que de enero a noviembre se realizaron 319.357 multas.
“El sentido de la Policía de Tránsito es que los conductores obedezcan, que tengan conductas de manejo que no pongan en riesgo a los demás y que bajemos la cantidad de colisiones que existen”, dijo Amador en referencia al número de infracciones.
Las personas de entre 21 y 30 años son las más propensas a sufrir accidentes en carretera, según dio a conocer en octubre el Instituto Nacional de Seguros (INS). Hasta julio pasado, el Instituto invirtió más de ¢34.000 millones en la atención de percances en las vías.
Operativos de fin de año
Steven Ramírez aseguró a La Nación que habrá un fortalecimiento en las operaciones durante la temporada navideña y el periodo de vacaciones.
Los controles se centrarán en las vías principales y se llevarán a cabo pruebas de alcoholimetría y radar a láser para medir la velocidad de los carros o motos. Las multas por infracciones podrían ascender a más de ¢300,000, con posibilidad de retiro de licencia y placas vehiculares.
El oficial afirmó que estas acciones de control surten un gran efecto, pues permiten sacar de circulación a vehículos que no están en regla o conductores sin licencia.
La limitación es que la cantidad de policías de tránsito son insuficientes para atender accidentes y hacer prevención en tres turnos.
Por otra parte, las instalaciones del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) cerrarán el jueves 21 de diciembre a las 3 p. m., por lo que aquellos conductores que requieran retirar placas deberán realizar el trámite antes de esa fecha límite o esperar hasta el 8 de enero.