Decenas de transportistas quedaron atrapados por horas en las filas para ingresar a la Terminal de Contenedores de Moín en Limón, registradas en los últimos días.
La lenta atención de los camiones que llevan cargas para exportar, ocasionó que este miércoles la presa incluso llegara hasta la ruta 32.
De acuerdo con el director de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga (Canatrac) , Francisco Quirós, esta situación se ha venido presentando en las últimas semanas, sin que a la fecha la concesionaria a cargo de la TCM, les haya dado una explicación sobre las razones del atraso.
Algunos transportistas, indicaron a La Nación que la noche del miércoles la situación empeoró porque solo había un escáner funcionando, por lo que pasaron hasta siete horas esperando para ser atendidos.
Sin embargo, Quirós dijo que lo ocurrido no obedece únicamente al supuesto daño del escáner pues desde antes venían enfrentando congestión en el punto de ingreso.
La Nación consultó a APM Terminals, sobre las causas de estos atrasos, así como las medidas que están tomando, el impacto que podría tener para navieras y transportistas y la supuesta falla en uno de los escáneres. Su respuesta fue muy limitada.
“APM Terminals trabaja continuamente con los transportistas y clientes en mitigar el impacto que ha tenido la temporada alta de exportaciones en nuestro ingreso a la Terminal. Existe un compromiso con la seguridad en el ingreso a la TCM que demanda redoblar esfuerzos para restablecer el flujo normal de contenedores”, dijeron.
Posteriomente, ampliaron su respuesta para rechazar atraso por los escáneres. El “proceso no tiene relación alguna con el escaneo de contenedores, que se realiza en otra área de la terminal”, manifestaron.
El representante de los transportistas añadió que desde antes de la obligatoriedad de pasar todos los contenedores con piña por los escáneres, ya se venían dando congestiones.
Quirós aclaró que no se oponen a la medida para frenar el narcotráfico que aprovecha las rutas de exportación del país, pero considera que debe buscarse una solución conjunta para evitar el impacto de los atrasos.
“No nos han dado una respuesta específica a nuestras consultas, pero sí hemos manifestado desde semanas atrás esta preocupación y se agravó con la obligatoriedad de pasar todos los contenedores de exportación de piña por el escáner”, afirmó.
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Quirós destacó que las horas de atraso se traducen en sobrecostos tanto para transportistas como exportadores, pues muchas de las cargas requieren de refrigeración que implica gasto de diésel mientras el camión está detenido, así como horas extra para los conductores y menos eficiencia operativa para el sector.
El director de Canatrac aseguró que aún no han llevado el reclamo a la Administración, pues están esperando que el concesionario les dé una respuesta satisfactoria sobre las razones de los congestionamientos.
Esta no es la primera vez que la TCM enfrenta dificultades para atender eficientemente las operaciones de exportación en el Megapuerto de Moín.
A mediados del 2019, a pocos meses de su inauguración empresarios manifestaron el descontento por las demoras en la atención y otras fallas técnicas asociadas a la operación del muelle.
A la fecha no se tiene detalle sobre la aplicación de multas por estas deficiencias en el servicio por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). La concesionaria sí recibió una sanción por haber entregado las obras con casi un año de retraso.