Al exsacerdote Mauricio Víquez Lizano, detenido el domingo por autoridades mexicanas, lo esperan nuevas denuncias por presuntos delitos sexuales que deberá encarar cuando se le extradite a Costa Rica.
Al sospechoso, de 55 años, se le capturó este domingo en la ciudad de San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, a siete meses de huir de Costa Rica. En la aprehensión habrían participado la Policía Federal de aquel país, que acató una orden de captura internacional que pidió la Fiscalía costarricense.
Esa acción buscaba que Víquez responda por una causa penal por posibles delitos de abuso sexual, dos de violación calificada y un delito de corrupción agravada contra un hombre de apellido Alvarado, la cual prescribe el 26 de setiembre.
Sin embargo, ahora también deberá enfrentar en esa investigación en curso otras tres más presentadas este mes de agosto. Estas se amparan a una nueva legislación que da más tiempo a personas agredidas sexualmente cuando eran menores de edad de acudir a la justicia.
Rodolfo Alvarado Moreno, representante legal de las presuntas víctimas de Víquez, confirmó que el 5 de agosto, sus clientes, Anthony Venegas Abarca, Carlos Muñoz Quirós y Maikol Rodríguez Solera, fueron alertados por la Fiscalía General de la República para interponer denuncias penales.
Su representante explicó que estos hombres, cuyas agresiones habrían ocurrido cuando eran menores de edad, daban por perdida la presentación de una denuncia penal porque ya habría prescrito. Todos son mayores de 28 años. Con la ley anterior, esa edad era el límite para denunciar.
No obstante, la Fiscalía les hizo informó que sí podían denunciar luego de que, el 23 de abril, la Asamblea Legislativa aprobó el denominado Derecho al Tiempo”, el cual brinda a personas víctimas de abuso sexual cuando eran menores un plazo más amplio para denunciar a sus abusadores.
La iniciativa extendió la prescripción de 10 a 25 años después de cumplida la mayoría de edad. Es decir, ahora la edad límite es 43 años y no 28.
“En virtud del cambio reciente en la legislación, ellos aceptaron la llamada del Ministerio Público para presentar sus denuncias por violación que han sido agrupadas en la misma causa (en la de Alvarado). Ahora hay cuatro denuncias en total que esperan a Víquez”, señaló Alvarado Moreno.
La causa se tramita bajo el expediente 18-000854-0994-PE.
Venegas Abarca, Muñoz Quirós y Rodríguez Solera figuraban como testigos en la causa que interpuso Alvarado, ahora son denunciantes.
Además, Alvarado también planteó un reclamo en la vía civil por los daños y perjuicios causados.
Ellos aseguran que la Iglesia católica fue cómplice de Víquez pues las acciones delictivas habrían ocurrido en casas, vehículos, templos y recintos eclesiásticos. Los hechos supuestamente ocurrieron entre los años 2003 y 2004.
El abogado Rodolfo Alvarado espera que la extradición se concrete en el menor tiempo posible y que el Ministerio Público pida prisión preventiva contra Víquez mientras avanza el proceso.
“Todo fue inusitado, pues parecía que iba a quedarse impune el caso de Alvarado Quirós, este 26 de setiembre", manifestó.
La causa de Alvarado Quirós se abrió el 2 de octubre anterior y, a la fecha, Víquez sigue sin ser indagado debido a su salida del país.
A finales de enero, el exreligioso partió hacia Panamá y de ahí a México. La orden de captura internacional en su contra fue emitida el 19 de febrero.
Seis días luego, el Vaticano divulgó que expulsaría a Víquez del estado clerical de por vida.
En Costa Rica, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) brindó detalles de la aprehensión en una conferencia de prensa a media mañana. Indicó que la apertura de perfiles en redes sociales por parte de Víquez fue determinante para capturarlo.