La Laguna, Fraijanes. Lo que empezó como un rumor de pueblo entre gente asustada se confirmó cuando ocho voluntarios y un policía lograron levantar el pesado tronco que cayó con el alud sobre la casa de Ana María Rodríguez.
El cuerpo de la adolescente de 14 años logró ser descubierto a las 4:43 p. m. debajo de varias latas de zinc, en el espacio que quizá correspondía a la sala de su casa.
Habían pasado tres horas y 22 minutos después del terremoto que sepultó su humilde casa y la de la mayoría de sus vecinos en la calle La Esperanza.
Este es un precario que nació sobre una calle abandonada en Laguna de Fraijanes, en medio de dos laderas que con el terremoto de ayer se desplomaron.
La constatación de la muerte de Ana María, recién graduada de sexto grado, no sorprendió a su madre, quien tuvo clara la magnitud de la tragedia desde que sintió el terremoto y corrió a su hogar.
“La casa quedó aplastada. Me vine huyendo pero no pude llegar a hacer nada. Ella quedó en la salita viendo tele”, contó la mamá de Ana María, Ester Picado, quien todavía se preguntaba por qué su hija no la acompañó a comprar tomates.
“Ella no era de andar en la calle. Casi ni conmigo le gustaba salir. Me dijo que ella prefería quedarse”, continuó Picado, quien daba gracias a Dios de haberse llevado a dos de sus tres hijos varones a hacer el mandado, mientras el mayor trabajaba en una finca de helechos con su padre, Hugo Rodríguez.
Toda la familia, y decenas de vecinos, esperaron en un potrero aledaño a que los voluntarios y el único policía presente quitaran el pesado tronco de ciprés y toda la tierra. Nadie dudaba de que ella yacía debajo y solo muy pocos creían que podía estar viva.
Al confirmarse su muerte, varias compañeras de la escuela recordaron con tristeza el carácter tímido y casero que finalmente propició su fallecimiento.
“Costaba mucho verla. La última vez que vi a Anita fue en la graduación, el 22 de diciembre. Tatiana y yo, sus dos mejores amigas, con costos podíamos hacerla hablar”, contó Karla Callejas, que también se egresó de la escuela de Laguna de Fraijanes, del distrito de Sabanilla, cantón de Alajuela.
Estaba previsto que Ana María asistiera al colegio, pues le entusiasmaba la idea de aprender inglés y computación, narró Karla.
Los cuerpos de socorro llegaron 45 minutos después de localizado el cuerpo, a través de una finca privada, pues todos los accesos por carretera hacia este sector estaban tapados por derrumbes.