Sodas, restaurantes y demás establecimientos comerciales tienen prohibido a partir de este sábado 7 de agosto, entregar sus productos en empaques de estereofón.
También queda prohibida la comercialización de envases con ese material en el territorio nacional.
Ambas limitantes son disposiciones de la Ley para la prohibición del poliestireno expandido, de julio de 2019 que, a su vez, reformó la Ley para la gestión integral de residuos.
La normativa impide la importación, comercialización y entrega de envases, así como recipientes, hechos a partir de poliestireno expandido (estereofón).
A pesar de que la reforma fue aprobada en 2019, se dio un plazo de dos años para que entraran a regir estas condicionantes, con el fin de darle oportunidad de prepararse a los usuarios de este material.
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La idea fue que, durante ese tiempo, los interesados buscaran alternativas productivas más amigables con el ambiente, para entregar sus productos.
De acuerdo con la ley, existen tres excepciones puntuales en los que se podrá hacer uso del material:
1. Por cuestiones de conservación o protección de los productos,
2. Cuando no sea ambientalmente viable el uso de materiales alternativos
3. En embalajes de electrodomésticos y afines, y los usos industriales.
Restaurantes
Los restaurantes y sodas están entre los establecimientos a los que más afectará el cambio.
El impacto principal será económico, pues el estereofón es sumamente barato, explicó Jorge Figueroa, de la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore).
No obstante, añadió el empresario, están conscientes de que el cambio será en beneficio del ambiente.
“Las pequeñas sodas lo resentirán más que los grandes negocios, pero es algo que hay que seguir, reducir ese tipo de materiales. Hay muchas opciones, como plástico reciclable, con diferentes rangos de precio; por la demanda, el material va a bajar el precio. Nosotros estamos de acuerdo, el estereofón es dañino para el medio ambiente y la salud”, reconoció Figueroa.
El estereofón es un material comúnmente utilizado en los empaques de la industria alimentaria por su ligereza, higiene y bajo costo. Es resistente al calor y a la humedad, no absorbe agua y no se pudre, por lo tanto, no se puede degradar en el ambiente.
Sin embargo, el poliestireno expandido también es uno de los grandes contaminantes de ríos y mares permaneciendo años en el ecosistema, lo cuales ocasionan daños a la vida silvestre, tortugas, peces y otros animales que lo confunden con alimento.
Existen muy pocas alternativas para la gestión del estereofón por lo que la mayoría de este tipo de residuos terminan en los rellenos sanitarios, o en el peor de los casos, en el medio ambiente.
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Es un material que no puede ser reutilizado, por lo cual la prohibición de importación y comercialización de este material conllevará a disminuir la contaminación provocada por este tipo de residuos.
Otra preocupación asociada con el poliestireno es el estireno, su componente básico. Aquellas personas que están expuestas al estireno durante su manufactura tienden a tener irritación en la piel, ojos, vías respiratorias altas y efectos gastrointestinales. Además, al entrar en contacto con comida y bebidas, pueden causar daños a la salud humana.
La reforma a la ley surgió de la iniciativa de prohibición del estereofón, bajo el expediente 19.833 que fue presentado por la fracción anterior del Frente Amplio, y retomada por la diputada Paola Vega en la Comisión de Ambiente.
La ley fue aprobada en segundo debate el 13 de junio del 2019 y firmada por el mandatario, Carlos Alvarado, el 15 de julio de ese mismo año.