Atenas. Rafael Ángel León Víquez es un adulto mayor que aprovecha su tiempo libre para ayudar a su cantón: Atenas.
A sus 71 años, viaja en su motocicleta por diferentes barrios repartiendo todos los recipientes con agua que previamente envasó en el pozo instalado en el parque central ateniense.
Aunque este cantón alajuelense conoce de primera mano la falta del vital líquido, el viernes lo tomó por sorpresa la emergencia provocada cuando un árbol cayó sobre el paso de la tubería localizado en el río Cajón, entre las comunidades de Sabana Larga y Mercedes.
Se estima que poco más de 16.000 habitantes resultaron afectados con el corte obligado del servicio.
Para afrontar la situación, un camión cisterna pasa, aunque esporádicamente, mientras muchos vecinos acuden al parque central a recoger el líquido de un pozo que fue habilitado por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Allí se acercan con todo lo que pueda servir para almacenar el agua: picheles, ollas y hasta grandes estañones.
"Desde el sábado en la mañana habilitamos el pozo para la gente", comentó Juan Luis Campos Mena, funcionario del AyA encargado de administrar el agua en ese lugar.
"Este señor es un héroe, yo lo admiro", expresó Gioconda Molina Vargas sobre Campos, mientras lo observaba atiborrar varios recipientes.
Se espera que la reparación de la tubería esté lista esta tarde.
Paciencia. Aunque los residentes del centro de la ciudad tuvieron opciones para hacerse de agua, para los que viven en otros sectores, la espera es mayor, pues el cisterna solo pasa una vez al día.
"Ya son días sin agua... yo estoy operada de la vejiga y no puedo (alzar recipientes con agua)", comentó Beatriz Soto García, de 49 años, una de las lugareñas que más ha resentido la carencia.
Por su parte, Molina resaltó la importancia de tener reservas propias si se vive en un lugar tan vulnerable como Atenas.
"Aquí no se podría vivir sin un tanque", advirtió.
En el barrio Los Ángeles, por ejemplo, no solo están afectados por el tubo roto, pues están a secas desde el miércoles de la semana pasada, por otros problemas.
En enero de este año, por ejemplo, el AyA, reconoció que había poblados de Atenas que pasaban hasta 21 horas por día sin agua.
Aunque el Instituto intenta remediar el problema de desabastecimiento con el traslado de agua desde Grecia, ha enfrentado muchos inconvenientes para desarrollar el proyecto, que contempla la instalación de 23 kilómetros de tubería nueva entre Calle Flores de Grecia, hasta Atenas.
La obra inició en el 2012. Tiene un valor ¢2.900 millones y fue contratada a la Constructora MECO con financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). No obstante, se ha paralizado varias veces por la falta de permisos y oposición de pobladores de la zona.