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Una familia de El Infiernillo en La Roxana de Pococí, Limón, tenía como mascota a un venado cola blanca (Odocoileus virginianus) de un año; estaba encerrado en un pequeño espacio que compartía con cerdos domésticos.
Un ciudadano denunció el hecho al Área de Conservación de Tortuguero y los funcionarios de la oficina de Pococí y Guácimo realizaron, el miércoles anterior, el decomiso del animal al que la familia le había cortado los cachos para evitar que golpeara a alguien .
Joaquín Vargas Mora, inspector de Vida Silvestre, dijo que, debido al grado de domesticación, el animal no podrá volver a su hábitat natural y pasará a un sitio de manejo para su debido mantenimiento.
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“Lo tenían en un chiquero, desde pequeño, encerrado con unos chanchos en una pequeña estructura de madera. Los habitantes de la vivienda dijeron que lo había llevado hasta allí un señor dueño de la propiedad y que lo habían criado. Lo alimentaban con banano y alimento de chancho, pero la alimentación natural de ellos son hojas tiernas y pasto. Estaba en un espacio tan pequeño que lo único que hacía era comer y no hacía ejercicio, por estaba un poco gordo”, relató Vargas.
El funcionario dijo que el estado de salud del venado era regular ya que estaba afectado psicológicamente.
“Es un venado sumamente dócil, no tiene comportamiento natural; al llevarlo a una vivienda desde pequeño, le cortaron la crianza con su hábitat. Se deja tocar y manipular por las personas, por eso no se puede liberar, lo llevaron a un centro de rescate” explicó.
Dijo que se presentó una denuncia contra la familia en el Juzgado Contravencional de Pococí, por tenencia ilegal de animales.
El artículo 110 de la Ley de Vida Silvestre establece que será sancionado con multa de dos a cuatro salarios base, quien tenga en cautiverio o en condiciones de mascota, sin autorización del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, animales silvestres en peligro de extinción o con poblaciones reducidas.
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Se aplicará una multa de 50% de un salario base a dos salarios base, cuando se trate de animales silvestres que no se encuentran en peligro de extinción ni con poblaciones reducidas. En ambos casos, se decretará el decomiso de los animales.
