Puntarenas. Una gigantesca draga holandesa trabaja a toda máquina y sin parar, con el objetivo de recuperar el calado de los puestos de atraque de puerto Caldera.
La terminal portuaria del Pacífico tiene problemas para recibir embarcaciones grandes porque perdió profundidad, a consecuencia del proceso de sedimentación de la zona de atraque.
Aunque se trata de un proceso natural, se aceleró en los últimos tiempos por los daños en el rompeolas, ocasionados por un fenómeno climático en 2002, que dejó semidesprotegido al puerto de la fuerza del oleaje y de otros eventos climatológicos.
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La sedimentación es tan grave que ahora la embarcación de bandera holandesa llamada Lelystad, tiene que limpiar 450.000 metros cúbicos de arena de las profundidades.
En cada sesión de trabajo, la embarcación tiene capacidad para recoger 10.000 metros cúbicos de material, lo que equivale a la carga de unas 1.000 vagonetas.
En total deberá retirar el equivalente a 45.000 vagonetas.
En apenas 10 días de trabajo, la draga ya retiró el 55% del material del lecho marino y lo depositó a cinco kilómetros del puerto, ya en mar adentro, en la zona establecida por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).
La embarcación que se utiliza para este trabajo mide 140 metros de eslora (largo), 26 metros de manga (ancho) y realiza un procedimiento de succión en marcha. Es decir, se mueve en el terreno que debe dragar, absorbe el material que lo lleva hasta un compartimento, para después depositarlo en otro sitio.
Las obras de dragado le costarán ¢1.500 millones a la empresa concesionaria de la terminal, Sociedad Portuaria de Caldera (SPC) y están a cargo de la empresa holandesa Van Oord.
El contrato de concesión con la firma portuaria chilena establecía que el próximo dragado se debía realizar hasta 2021, pero la empresa tuvo que adelantar los trabajos debido a que la situación se volvió insostenible, según señaló el gerente general de SPC, Ricardo Ospina.
“Caldera está diseñado para recibir 100.000 metros cúbicos de sedimentación al año, pero está recibiendo 200.000. Si no hacíamos algo nos íbamos a quedar trabados”, señaló Ospina.
La sedimentación de la terminal portuaria impidió que atracaran tres viajes de cruceros con unos 12.000 turistas que llegarían al Pacífico.
También generan sobrecostos en logística marítima a los importadores y exportadores costarricenses.
El presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), Juan Ramón Rivera, advirtió que debido al adelanto del dragado, el Estado posiblemente deberá financiar un trabajo adicional al término del contrato con la firma chilena, en siete años.
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“Al final del contrato, puede quedar una cantidad de (material9) por dragar. Ya no le tocaría al concesionario, porque contractualmente hay un monto máximo de metros cúbicos. Entonces, obviamente, habría que tener alguna certeza de que el Estado, a través del Incop tuviera los recursos y la disposición de hacerlo”, afirmó Rivera.