“Yo venía a cobrar la pensión. En ese momento conversaba con otra persona en la fila cuando oí una bulla en la puerta.
“ Entraron unos hombres y nos gritaron que nos tiráramos al suelo porque si no nos mataban a todos. Gritaban que era un asalto.
“Eran tres, uno traía la cara cubierta. Los empleados estaban agachados y activaron la alarma, entonces los hombres dijeron: ‘salgamos, salgamos...’, solo se quedó el ‘gordillo.
Estábamos como 10 ó 12 personas”.
“Venía para acá a retirar la pensión. Estaba aquí como a 25 metros cuando vi a un hombre que venía caminando por media calle.
Yo venía despacio y bajé más la velocidad para no atropellarlo.
“Como yo venía en marcha baja se acercó y cuando me di cuenta me puso un gran revólver en el cuerpo y me dijo: ‘bájese del carro’.
“A mí me dio un poquito qué pensar y lo di. Es mejor proteger la vida.
“En eso el hombre hizo un disparo a una gente que lo perseguía y salió huyendo en el carro.
“Ahora, diay, estoy lavado”.