Con tono fuerte, el presidente Luis Guillermo Solís rechazó haber presionado a dos directivos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para aprobar cambios en el contrato de fideicomiso con el Banco de Costa Rica (BCR), con el que se ampliará la vía a San Ramón.
Sus declaraciones se dan un día después de que La Nación publicara que Mónica Navarro Del Valle y Christian Campos, representantes de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) en la junta directiva del Conavi, denunciaron que fueron presionados por Casa Presidencial para votar a favor de una adenda solicitada por el BCR.
La modificación le daría a la entidad financiera el control total sobre las decisiones de la obra, además de ajustar el monto correspondiente a honorarios.
"Me he mostrado absolutamente cabreado porque, en este país, solo buscarle pelos en la sopa a la obra pública para no hacerla y le hemos metido alma, vida y corazón a la gestión de obra pública para que salga. Bueno, si a algunas personas a quienes convoco (a reuniones) para que me ayuden a agilizar obra pública dicen que porque soy vehemente, porque hablo con este tono y porque digo que no se vale que una carretera dure 50 años en hacerse, diez años más de lo que duró el pueblo de Israel cruzando el desierto, los estoy presionando, entonces les pido disculpas", dijo Solís durante una gira este jueves por San Carlos.
Los directivos del Conavi expresaron en la sesión ordinaria del 8 de junio haber recibido, en una reunión convocada por el presidente Solís, el 5 de junio, una "inusual presión" para avalar las modificaciones. En esa cita estuvieron presentes altos funcionarios del Banco, el presidente de Uccaep, Franco Pacheco, y autoridades de Gobierno.
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"La reunión que como Consejo tuvimos con el presidente, el ministro de la Presidencia, la presidenta del BCR y el señor Mariano Figueres fue un ejercicio de presión para que de inmediato aprobáramos la modificación (...) Procedo a emitir mi voto positivo hoy a pesar de que queden múltiples asuntos que a mi criterio aún quedan pendientes de resolver y me surgen serias dudas de si esta modificación es lo óptimo para el contrato y la obra", expresó Navarro, como quedó consignado en el acta 1421-17 del 8 de junio, de la cual este diario tiene copia.
"Debo decir que ha sido público y notorio que funcionarios ajenos a este Consejo de Administración, han tratado de ejercer una inusual presión porque se vote positivamente las modificaciones", añadió Campos, por su parte.
El principal argumento del BCR para variar el contrato de fideicomiso es que necesita mayor potestad sobre el proyecto para ejecutar la vía de 60 kilómetros en un tiempo menor.
"Ahora resulta que un par de directivos se sintieron presionados; directivos a quienes dicho sea de paso les pregunté, al finalizar esa reunión, si estaban o no estaban claros con lo que habíamos hablado (...) ¿Saben lo que dijeron ambos? que sí estaban de acuerdo y no objetaron nada y ahora resulta que salen a denunciar presiones indebidas del presidente.
Otros tres directivos de Conavi expresaron dudas sobre la conveniencia de los cambios en el acuerdo, señalaron falta de estudios técnicos para tomar una decisión y si el Conavi tiene el personal necesario para sacar adelante la carretera bajo la figura de fideicomiso.
Los cambios contractuales requeridos por el BCR están siendo estudiados por la Contraloría General de la República (CGR) para garantizar la legalidad de los ajustes.
German Valverde, jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), dijo confiar en que las manifestaciones de los directivos no afecten el desarrollo de la obra ni el visto bueno del ente contralor.
"Hay presión por parte de Casa Presidencial para que sea conocido el tema de la adenda y el Consejo de Administración del Conavi valore o no la aprobación de la adenda, pero hasta ahí", afirmó el titular del MOPT.
*Colaboró la periodista Natasha Cambronero