Juan Gabriel Gutiérrez y Jason Ibarra tienen tres cosas en común: ambos viven en Las Nubes de Coronado, fueron compañeros en la escuela de esa localidad y no pueden ir al colegio por falta de recursos económicos.
Ellos están entre los 28.464 menores, de 5 a 17 años, que no pudieron continuar sus estudios por ese mismo motivo, según el sétimo informe Estado de la nación correspondiente al 2000.
Pese a sus limitaciones económicas ellos son alegres, con una mirada vivaz y un gran deseo de saber cosas nuevas.
"Queremos estudiar", dicen ambos en coro. No obstante, después de obtener el título de sexto grado el colegio se convirtió en una meta inalcanzable. Ahora buscan trabajo, pero como son menores de 15 años no consiguen quien los ayude.
Los estudios para ellos son un "lujo" que no puede costear la familia pues apenas sobrevive con lo necesario para comer.
"Mami me dice que lo difícil no es el transporte (aunque ambos tendrían que caminar por barreales hasta llegar a la calle principal), sino el costo de los libros, los cuadernos y las cuotas mensuales", dice Juan Gabriel.
"Una beca sería lo ideal, lo único que pido es que me regalen una oportunidad", agrega Jason con una voz más pausada.
María Eugenia Villalobos, conserje de la escuela Las Nubes, donde cursaron el último grado de primaria el año pasado, los recuerda como dos chiquillos muy vivos e inteligentes. "Es una lástima verlos en la calle haciendo nada, siendo tan buenos alumnos", expresó.
La población de estudiantes que ha dejado las aulas por razones económicas, como Jason y Juan Gabriel, aumentó de un 16,9% en 1998 a un 21,2% en el 2000, según el informe.
Tal vez estos fríos datos estadísticos no interesen a los dos niños de Las Nubes. Ellos conocen en carne propia lo que son las privaciones por falta de un poco de dinero. Pero soñar no cuesta nada, y eso es lo que hacen mientras pierden el tiempo en unas eternas "vacaciones". Si los quiere ayudar, puede comunicarse a los teléfonos 229-0697 y 292-0873.