El suero antiofídico producido en el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) es aliado para salvar la vida de personas en África que de otra forma morirían por la mordedura de serpientes.
En Eswatini (anteriormente conocido como Suazilandia), un país de África meridional situado entre Sudáfrica y Mozambique, el uso de este antídoto redujo a cero las muertes por esta causa.
La Alianza para la Vacunación GAVI, un organismo internacional relacionado con vacunas y enfermedades infecciosas dio a conocer que entre 2023 y 2024 no hubo muertes provocadas por serpientes en dicho país. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en Eswatini se producen entre 200 y 400 casos graves de mordeduras de serpientes anualmente.
El proceso no fue sencillo. Científicos del ICP-UCR tuvieron que adaptar un fármaco líquido ya existente desde hace más de 15 años y hacer una versión liofilizada (en polvo). De esta forma no necesitaría de refrigeración para su mantenimiento.
Guillermo León Montero, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR, manifestó que en Eswatini son muchas las dificultades para mantener la cadena de frío durante la distribución y el almacenamiento de los medicamentos. Por eso, debieron pensar en una formulación de antiveneno más estable, que pudiera mantenerse en las condiciones ambientales normales de ese país sin perder las propiedades que le confieren eficacia y seguridad.
“La disponibilidad de antiveneno ha salvado muchas vidas”, dijo el activista Brian Watts, según una publicación de la UCR.
“Las comunidades rurales enfrentan dificultades porque sus hogares son fácilmente accesibles para las serpientes, y necesitamos educarlos para prevenir más muertes”, manifestó.
La llegada del suero antiofídico a Eswatini
El ICP-UCR envía más de 100.000 viales de sueros antiofídicos a varios países, entre estos los centroamericanos, Ecuador, Perú, y algunos del continente africano como Burkina Faso, Nigeria, Mali, y Costa de Marfil.
La relación con Eswatini no es de tan larga data. La solicitud se hizo al ICP-UCR en 2023, cuando el reino de Eswatini emitió una alerta sanitaria debido al desabastecimiento de sueros antiofídicos.
Entonces la monarquía solicitó ayuda a distintos organismos para conseguir este suero, entre ellos a la UCR.
Los lugareños vieron que el suero costarricense era más seguro, eficaz y de mejor calidad que el que adquirían del antiguo proveedor. Los pacientes no convulsionaban después de la aplicación del medicamento, como pasaba con el fármaco que utilizaban antes.
Además, notaron que el antiveneno de la UCR podría tratar especies de serpientes tanto en ese país como en otros del sur de África.