Si bien es cierto los farmacéuticos aplauden la firma de decretos ejecutivos que buscan una baja en los precios de los medicamentos, también alertan sobre las consecuencias de la libre venta de estos productos en centros comerciales por la tendencia a la automedicación.
Según señalaron representantes del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica y de la Cámara de Farmacias, existen medicamentos cuya venta libre, sin la debida regulación de un especialista médico, puede tener serias repercusiones para la salud pública.
"Los medicamentos no son confites para vender en pulperías y supermercados, son drogas que mal utilizadas pueden costar caro a la salud pública y al bolsillo de cada paciente", manifestó Max Beirute, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos.
De acuerdo con uno de los seis decretos firmados por el presidente Miguel Angel Rodríguez y el ministro de Salud, Rogelio Pardo, el pasado lunes 3 de agosto, hay una lista de cerca de 100 medicamentos que se podrán adquirir en centros comerciales.
Analgésicos, antiinflamatorios, antigripales, antidiarreicos, antiácidos, antibióticos tópicos, edulcorantes sintéticos, productos para el acné, lubricantes, descongestionantes nasales, expectorantes y complementos dietéticos son algunos de los elementos de este paquete.
"Los estudios realizados por el Ministerio de Salud concluyen que los medicamentos conocidos pueden ser ofrecidos al público en cualquier establecimiento sin que con ello se ponga en peligro la salud de los consumidores", se señala en el razonamiento del citado decreto.
Con cuidado
Luis Fernando Rodríguez, presidente de la Cámara de Farmacéuticos citó, por ejemplo, que en el caso de antidiarreicos -como Caolin Pectina- si se consume en demasía puede tener serios efectos secundarios. "Los sueros orales que se combinan para prevenir la deshidratación no se pueden usar después de 24 horas de ser abiertos, un hipertenso no puede tomarlos si tienen mucho sodio o un diabético si contienen glucosa", explica.
En general los especialistas advierten que la venta libre de productos no puede desligarse de la necesidad de consultar con el farmacéutico o el médico.
Otro de los puntos que los farmacéuticos ven con cuidado es la facultad que los nuevos decretos otorgan para que el farmacéutico pueda ofrecer al consumidor productos genéricos equivalentes al recetado por su doctor.
"Esto a nosotros no nos deja de preocupar; creo que debe existir un claro control de parte del Ministerio de Salud para no convertirnos en el basurero de medicinas por el simple hecho de conseguir mejores precios", dijo Xinia Chavarría de la farmacia Chavarría en Alajuela.