Filadelfia (Carrillo). Si 20 años no son nada, pues entonces imagínese 36 trabajando en las aguas del río Tempisque sacando arena, todos los días de su vida, desde las 3 a. m.
Así han sido los amaneceres de Mario Paricio Contreras Bonilla, dedicados a extraer arena en el cauce más grande de Guanacaste para ganarse el sustento propio y de sus familiares.
"Hace 36 años el metro de arena valía ¢250 y con eso vivía uno... Todos los grandes edificios de Guanacaste, de los últimos años, tienen arena del Tempisque", comenta Contreras, con orgullo sabanero.
Entre arenas
"Es curioso: tantos años de trabajo duro, desde la madrugada, y no he podido lograr que me den una pensión... Será seguir trabajando", dice, resignado, este hombre quien cumplió 70 años.
Acompañado de su yunta de bueyes saca del Tempisque su sustento diario. Eso sí, con precaución.
"Al río se le respeta, como al fuego, como al mar... Cuando viene lleno de lilas (especie de lirio acuático) es que está lleno y ese día no se entra. Ese día no hay arena", comenta.