60.000 personas desempleadas renunciaron, en este 2019, a hacer más intentos de conseguir un trabajo luego de enviar sus currículos, asistir a ferias, entrevistas o llamar a amigos.
Oficialmente, no se les contabiliza entre el 11,3% de la tasa de desempleo (276.000 personas) que sufre el país porque ellos dejaron de buscar trabajo. La tasa solo incluye a quienes siguen buscando.
Si se les sumara, la tasa de desempleo en Costa Rica aumentaría a 13,4% (2,1 puntos porcentuales más) y subiría a 336.000 personas.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) fue la entidad que descubrió la cifra de 59.976 “desalentados” en la Encuesta Continua de Empleo del primer trimestre de este año. Y, también verificó que en el último año se duplicaron, pues a inicios del 2018 eran 31.178.
Las describe como personas “que están disponibles para trabajar, pero que están desalentadas porque no tienen dinero para buscar; se cansaron de buscar; no les dan trabajo por edad, sexo, raza, discapacidad u otro; porque no hay trabajo en la zona o porque en esta época del año no hay trabajo”.
Se trata de hombres y mujeres; personas tanto con escasa capacitación como con título profesional, pero que por varios razones abandonaron la búsqueda de trabajo.
Los factores que motivan a los desempleados a tirar la toalla varían según la situación de cada persona, pero también se ven influenciados por la misma falta de recursos económicos, explicó José Antonio Cordero, director del Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Hay una serie de gastos en los que se incurre para ir a una entrevista o una feria de trabajo, entre ellos los costos del transporte, de la alimentación y de la vestimenta, que no es barata. Además puede haber otros factores distintos en cada población, por ejemplo no tener quién le cuide los hijos”, manifestó.
El pesimismo por la situación laboral del país, por su perfil académico o incluso por la sobrepoblación de profesionales en su área, son otras posibles causas de que estos desempleados abandonaran su búsqueda por un puesto.
Desempleo en Costa Rica
I TRIMESTRE DE 2019
FUENTE: ENCUESTA CONTINUA DE EMPLEO, INEC. || E.E. / LA NACIÓN.
¿De qué viven?
En el mejor escenario, las personas que abandonaron la búsqueda de trabajo cuentan con el respaldo económico de sus familias, o bien, generan ingresos económicos mediante actividades informales.
Sin embargo, de acuerdo con el director del Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas, también existe el riesgo de que, ante la necesidad, estas personas se vean tentadas a incurrir en actividades ilícitas para subsistir.
“La falta de alternativas en el sector formal lleva a la gente a buscar otras alternativas en la informalidad u otras que rayan en la ilegalidad”, añadió Cordero.
Además de las amenazas sociales que representa el desempleo, la desesperación por no encontrar trabajo puede desencadenar problemas psicológicos y psiquiátricos más profundos.
Para el especialista en psicología económica, Rigoberto Salazar, la depresión es uno de los más comunes entre esta población.
"Es importante que quienes enfrentan problemas económicos o de desempleo entiendan que no son las únicas que atraviesan ese momento, sino que hay una situación en el país que afecta a muchas otras.
“Es decir, no se tienen que hacer de la idea de que el mundo los persigue. Lo recomendable sería que busquen lazos familiares y de amistades para enfrentar este momento y que no renuncien a seguir buscando trabajo, porque adquieren conocimientos sobre cómo se comportan los reclutadores y qué buscan las empresas, que le servirán para tener éxito en la siguiente oportunidad”, explicó Salazar.
Francisco Gólcher, secretario técnico de Salud Mental del Ministerio de Salud, explicó que estas variables están contempladas dentro de los factores socioeconómicos determinantes de la salud mental de las personas.
Sin embargo, advirtió que aunque representa un riesgo, no es causante de problemas psicológicos o psiquiátricos.
“No es una relación causa y efecto el desempleo, sino que hay que ver qué otros aspectos de la cotidianidad de la vida de la persona y de su historia personal, hacen que tenga dificultad para manejar una crisis de tipo económica o de empleo”, explicó el especialista.
La Nación abrió sus redes sociales para conocer situaciones que enfrentan desempleados en Costa Rica. A través de correos y documentos digitales de hasta tres páginas, decenas de personas narraron sus historias.
Desesperación, necesidades, endeudamiento y enfermedades, fue parte de lo que expusieron los usuarios de las redes.
Estos son extractos:
FUENTE: La Nación.