Colegios profesionales, cámaras empresariales y especialistas en Derecho, reclamaron a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por impulsar reglas que ahuyentan de la formalidad a las personas que laboran por cuenta propia.
Esas normas tachadas de “confiscatorias”, “ilegales” y “discriminatorias”, se implementarían a través de una reforma al Reglamento para la Afiliación de Trabajadores Independientes.
Durante un periodo de consulta pública, los opositores al documento presentaron serias objeciones que ahora son estudiadas por la Caja, para determinar si modifica el texto propuesto.
Ese pulso también reavivó el viejo debate sobre la justicia en las cargas sociales que deben pagar los trabajadores independientes en el país, incluso con porcentajes mayores que los asalariados.
La Nación conversó sobre ambos temas con el gerente financiero de la CCSS, Luis Diego Calderón, quien aseguró estar al tanto de cada uno de los alegatos de los opositores a la reforma.
Este es un extracto de la conversación.
— ¿Esperaba una oposición tan fuerte a la propuesta para reformar el Reglamento para la Afiliación de Trabajadores Independientes?
— Esperábamos bastantes observaciones. Hemos sido conscientes de la situación difícil que ha afectado el país y de las dificultades que han enfrentado los trabajadores independientes en este caso. Esperábamos una cantidad importante de observaciones, no tal vez tantas publicaciones como se dieron, pero sí bastantes observaciones.
— ¿Está abierta la entidad a realizar cambios a partir de esas observaciones? ¿Cuáles?
— No me puedo referir en específico a los cambios que podamos estar planteando en este momento producto del análisis, porque esto tiene que conocerlo la Junta Directiva de la CCSS y ese es el órgano al que le corresponde tomar las decisiones, entonces no podría adelantar criterio.
“Sí tenemos toda la apertura. Esa apertura se muestra con la disposición que tuvo la Junta de someter a consulta pública este reglamento, aunque no había una obligación para hacerlo”.
— Una de las críticas es que esta propuesta de reglamento incluye una nueva definición de ‘trabajador independiente’ con lo que se amplía la cantidad de personas obligadas a cotizar.
— Hemos escuchado observaciones en la línea de la definición que estamos planteando. Es importante mencionar que el reglamento anterior no tenía una definición y lo que pretendíamos, más bien, es que en la reglamentación quedara establecido qué se entiende por esta figura.
“No con la finalidad de, como han dicho algunos, ser voraces en cuanto al cobro, de hacer una definición tan amplia que entren prácticamente todas las personas. No, ese no ha sido el objetivo de la Caja, sino más bien tener las reglas claras de esa definición de trabajador independiente.
“En cuanto a eso que se ha hablado, que esto permite incluir dividendos, dietas e intereses ganados por inversiones, nosotros estamos analizando esa observación y viendo si es necesario un ajuste en dicha definición y si creemos que eso es lo que corresponde, lo haríamos en esa línea. Pero reitero, no puedo adelantar criterio sobre cada una de las observaciones”.
— ¿Se puede conocer si efectivamente la CCSS tiene el propósito de que estas personas coticen?
— No, no le puedo adelantar porque ya sería adelantar una posición. Pero sí quiero que quede claro que nosotros tenemos los oídos muy atentos a lo que se nos ha dicho. Entendemos el entorno que está viviendo el país y de esa manera procuraremos proponer una versión de reglamento a la Junta Directiva lo mejor posible, de acuerdo con todas esas consideraciones.
“También tenemos que considerar que en este tema no solo está la definición que puede dársele al trabajador independiente o la situación que ellos tengan, sino también lo que corresponde en Derecho y la situación financiera de la institución”.
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— Esta propuesta no modificó los porcentajes para calcular la cotización a la seguridad social, pero sí reavivó el debate sobre la justicia en las cuotas ¿Por qué la CCSS asegura que sí se cumple el principio de igualdad cuando algunos independientes pagan más que los asalariados?
— Es importante mencionar un aspecto que no se ha dicho, que es que los trabajadores asalariados cotizan sobre un salario bruto, mientras que los independientes cotizan sobre el ingreso neto, es decir, sus ingresos menos sus gastos asociados a la actividad.
“En la escala de contribuciones del seguro de Salud, el 96% de los trabajadores independientes cotizan un 4,33% sobre su ingreso neto, no sobre su ingreso bruto. Esto es menor al 5,5% que cotizan los asalariados.
“En el caso de pensiones, el 82% contribuyen un 5,32%. En este caso sí es un poco más que el 4% que contribuyen los asalariados en el caso de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
“Uniendo las dos tablas, tanto las contribuciones de trabajadores independientes en salud y pensiones, tenemos que el 97% contribuye un 9,65%, es decir, 0,15% por encima de lo que contribuyen los asalariados que es de 9,5%.
“No lo digo como algo completamente absoluto, sino como un dato para que se sepa que no son todos los trabajadores independientes, sino que hay un grupo importante, en el caso de seguro de Salud, que contribuye por debajo de los asalariados.
“Este es un aspecto que no está en discusión en este reglamento y que podría analizarse a la luz de las observaciones, pero no en el alcance de este reglamento”.
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— La entidad defiende los tramos en la seguridad social para los trabajadores por cuenta propia alegando un principio de solidaridad, para que quienes ganan más aporten más, pero ese principio ya se cumple con la sola aplicación de los mismos porcentajes ¿por qué existe esa curva para los independientes si no existe para los asalariados?
— A diferencia del asalariado, el trabajador por cuenta propia es el único contribuyente. Entonces la prima de este seguro (de Salud) se distribuye entre el trabajador y el Estado. Así es como nace la cuota complementaria que paga el Estado para los trabajadores independientes.
“Entonces, el diseño que se ha seguido desde hace muchos años es que el porcentaje más bajo de esta prima es más baja para el trabajador independiente y más alta para el Estado, que completa. Conforme se van subiendo las escalas, se supone que el trabajador independiente tiene más capacidad de pago y se va subiendo su porcentaje y se va disminuyendo el aporte del Estado”.
— ¿Es justo ese sistema? ¿usted lo considera así?
— Vamos a ver (...) Yo no lo calificaría, pero es el que está. Creo que todo puede irse revisando de acuerdo a las observaciones, a la coyuntura de la pandemia y no solo por eso, sino por los tiempos en que estamos viviendo.
“Esas cosas pueden irse revisando como se ha revisado en el tiempo. En algún momento hemos tenido escalas de tres niveles, ahora tenemos una de cinco. Y eso, en algún momento, puede ser sujeto de revisión, pero no lo calificaría ni de justo ni injusto, sino que es lo que ha surgido de los estudios actuariales”
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— ¿Cuánto le adeuda el Estado a la CCSS?
— Según lo que tenemos registrado en nuestra contabilidad en los dos seguros, son cerca de ¢2 billones.
— ¿Esa deuda recarga las cuotas al sector privado, a los trabajadores asalariados y a los independientes?
— Es un aspecto a considerar. Si hacemos un análisis de los ingresos efectivos a los seguros creo que es un aspecto que se considera, porque los estudios actuariales se hacen con base en los ingresos efectivos que perciben los seguros.
“Entonces, vamos a ver, creo que (...) tal vez no lo afecta directamente. Pero sí nos han dicho los estudios, también los estudios financieros con base en el flujo de caja, que de seguir la situación como está el seguro de Salud va a tener algunos problemas financieros en el mediano plazo. Estas proyecciones nos dan una alarma de que tenemos que revisar varias cosas.
“Uno de los aspectos más importantes es el componente de las contribuciones del Estado como tal, no solo como patrono, que eso está al día. Pero sí esta contribución de la deuda de Estado como tal, que hemos visto en los últimos meses o años, yo considero que sí hay que ver el tema de financiamiento de los aportes que debe realizar el Estado”.
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— Le entiendo, entonces, que aunque el Estado haga sus aportes puntuales las cuotas que pagan los trabajadores tampoco cambiarían ¿es así?
— Vamos a ver. Lo que le quiero decir es que si el Estado cancelara oportunamente las obligaciones que nosotros registramos, sí contribuiría a que estos momentos críticos se aplazaran.
“Para determinar si el comportamiento de pago del Estado repercute en las cuotas, pues habría que hacer estudios actuariales en esa línea, porque las cuotas las determina la Dirección Actuarial, según nuestra ley”.
— La CCSS se encamina a un posible desfinanciamiento del seguro de Salud en un mediano plazo, para lo cual posiblemente va a requerir ajustar las cuotas. En ese escenario sí afectaría que el Estado no pague sus obligaciones.
— La Caja no va a tener problemas financieros, que vaya a quebrar, ni mucho menos. Sino que los estudios que se han hecho, para tomar medidas hoy, con base en lo que nos dicen las proyecciones y nos dicen que si no hacemos nada puede haber problemas de liquidez a mediano plazo.
“Pero eso no significa que la CCSS se quede estática y no vaya a tomar acciones al respecto. Entonces la Caja va a buscar opciones relacionadas con los ingresos, que no solo es el aumento de las cuotas, sino también el tema de la eficiencia, el gasto de mayor calidad dentro de las decisiones que se tomen.
“No se trata de que lo que nos indican esos estudios va a suceder. Esos estudios dan una alerta, nos prenden una luz para que tomemos las acciones”.
— En ese escenario de problemas de liquidez tampoco se descartaría un ajuste en las cuotas de seguridad social.
— En este momento, quiero ser contundente en esto, no se está pensando ni se está trabajando en una iniciativa que tenga que ver con el aumento en las cuotas.