Como si quisieran hacer borrón y cuenta nueva, los representantes de los sindicatos de educación dicen notar una posición “más abierta” del gobierno de Carlos Alvarado para iniciar la discusión de la reforma al Empleo Público.
Por lo menos así lo manifestaron este viernes luego de una reunión de más de tres horas con la ministra de Planificación, Pilar Garrido. Según ellos, dejaron atrás las recientes rivalidades con el Ejecutivo en relación con el trámite para la reforma fiscal, y de la huelga que protagonizaron por 89 días.
“Eso fue un capítulo que ya pasó, fue un trabajo que ya hicimos. Cada lucha que se da es diferente con condiciones diferentes”, señaló la presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), Mélida Cedeño.
Tras la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, en diciembre anterior, el Gobierno anunció la reforma al empleo público que abordará temas como evaluación de desempeño de todos los funcionarios públicos, pluses salariales y productividad.
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La meta del Ejecutivo es tener el texto del proyecto de ley en marzo, pero antes de presentarlo al Congreso, la intención es establecer “puntos de entendimiento” con los representantes sindicales de los diferentes sectores.
“En esta negociación lo que es diferente es que podemos construir juntos y tenemos un poco más de margen para consensuar y llegar acuerdos en torno a la visión estratégica del empleo público”, aseguró la ministra de Planificación.
Más eficiencia, menos recortes
De acuerdo con el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplán) los contenidos de esta nueva reforma que complementaría los esfuerzos para sanaer las finanzas estatales estarán más enfocados en mejorar la productividad y calidad del servicio brindado por los funcionarios estatales, que en recortes a los beneficios que ya gozan.
“Este proyecto de empleo público, el sentido del mismo es la eficiencia del Estado, mejorar la calidad de los bienes y servicios que se prestan a la ciudadanía y también, de alguna u otra manera, poner en valor el aporte de los funcionarios públicos”, aseguró la ministra Garrido.
Los representantes gremiales coincidieron con la visión del Gobierno de evaluar el desempeño y el trabajo de los empleados públicos.
“Iremos buscando mejores condiciones para el sector educativo, que conllevará a valorar el trabajo de todos los que trabajamos en el sector y por ende, buscando mejoras a los estudiantes, que es nuestra razón de ser”, aseguró Cedeño.
No obstante, el Gobierno también pondría sobre la mesa la posibilidad de cambiar la composición salarial de los funcionarios en algunos sectores, con el objetivo de constituir un salario único para dejar de lado la mayoría de incentivos que inflan el gasto estatal en remuneraciones a sus trabajadores.
“Dentro del diálogo que vamos a tener, uno de los temas, es justamente la compensación. Ahí vamos a conversar con ellos (los sindicatos) acerca de cual debe ser esa estructura salarial y sobre cómo se debe atender a largo plazo para garantizar mayor calidad en el gasto”, explicó Garrido.
El mandatario Carlos Alvarado recibirá a los líderes sindicales del magisterio para conversar sobre esta reforma en Casa Presidencial, el próximo martes 29 de enero.