“Ser positivo te ayuda en muchas cosas”, afirmó Gustavo, un hombre de 44 años que perseveró hasta conseguir su título de bachillerato en educación media. A lo largo de dos décadas, este vecino de Pavas presentó las dos materias que debía unas 20 veces; logró aprobar Matemáticas, pero debía Biología. Entonces, una opción diferente le dio esperanza.
Gustavo Calderón Mora es uno de los 11.000 costarricenses que se graduaron el 13 de diciembre del programa Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento (BEE), el cual funciona mediante un convenio entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Este plan está dirigido a adultos que, entre 1988 y el 2019, no lograron obtener su título porque debían una materia o más.
Cuando su hermana Silvia se matriculó en el 2023, Gustavo vio la oportunidad de tener el ansiado título; no obstante, no pudo ingresar. De nuevo, sintió el sinsabor de “no lograrlo una vez más”, pero trató de verlo con serenidad y prometió volver a intentarlo.
“Dije, rayos, otra vez, otro año que no logro sacar el bachillerato, pero como dice el dicho: persevera y vencerás y así lo hice”, manifestó.
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En el 2024, le fue posible entrar al programa y en cuatro meses había terminado los módulos que se realizan a distancia y que pueden completarse cuando el estudiante tenga tiempo, pues no debe cumplir con un horario. Para él, quien trabaja como asistente administrativo, fue una modalidad ideal.
Su alegría se desborda ahora que tiene título en mano.
“Es una satisfacción increíble, un orgullo, mi agradecimiento tanto familiar como a la UNED y al MEP (...). Es una satisfacción inmensa poder contar con este título para seguir con mis proyectos personales y seguir estudiando”, comentó.
Ahora, quiere seguir estudiando para profesionalizarse. Inicialmente, planea estudiar inglés y, más adelante, Salud Ocupacional.
“Ahora tengo que acomodarme para ir sacando una meta primero y la otra después. No tener bachillerato es una traba para muchas personas; ahora que lo tengo, sé que tener un segundo idioma es una llave, es el complemento perfecto para poder salir adelante”, afirmó.
La persistencia de Gustavo
Convertirse en bachiller era una deuda que Gustavo tenía consigo mismo. Por eso, por más que pasara el tiempo, no perdía de vista el compromiso. Persistió porque sabía que tener su bachillerato le abriría puertas.
Reconoce que ha topado con buenos jefes, que le han dado oportunidades aun cuando él debía dos materias; no obstante, reconoce que no es fácil encontrar trabajo sin el “cartón”.
“Hay empresas que sin ese título no te dan la posibilidad de entrar”, dijo.
Además, reconoció que los últimos años no fueron sencillos porque sus trabajos quedaban lejos de las academias a las que asistía en las noches, para prepararse para los exámenes. Si bien en su momento no lo alcanzó, le satisface saber que nunca se dio por vencido.
Por ello, Gustavo le aconseja a las personas que tienen pendientes materias de bachillerato, que lo intenten y que prueben con este programa.
“Les está hablando una persona que duró casi 20 años, que hizo 20 veces el intento y hoy aquí estamos: felizmente con el bachillerato para seguir adelante. La fe es lo último que se pierde y yo no la perdí”, expresó.
Hoy, este hombre se siente realizado de poder darle “este regalo” a su madre Emilce Mora, pues la señora siempre soñó con ver a sus hijos como bachilleres.