El policía José Orlando Jiménez Jiménez, responsable de los tres homicidios que ocurrieron el martes en la Embajada de Chile, era considerado un hombre mentalmente sano.
Ni su historial ni sus conductas recientes arrojaban señales de que estuviera perturbada o fuera un hombre peligroso y agresivo.
Además, su expediente no registra amonestaciones o quejas por abusos de autoridad, informó el ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos.
Jiménez, de 54 años, se integró a la Fuerza Pública en 1997 y fue evaluado psicológicamente por última vez en 1998 al ingresar a la carrera.
Esa evaluación a la que se someten todos los policías pretende establecer los rasgos de personalidad y determinar, entre otros elementos, la existencia de factores de riesgo.
Estos son las situaciones que pueden desbalancear emocionalmente a una persona o provocarle una crisis.
“En este caso no se tienen informes que permitan establecer un patrón estructural que constituya un factor de riesgo”, explicó Sergio Rechnitzer, del Departamento de Psicología de Seguridad Pública.
Tampoco, agregó, se tiene conocimiento de que Jiménez haya buscado ayuda o consejo de esa dependencia.
“Esta es una situación sorpresiva para todos los que lo conocían, para su familia y para nosotros porque no hay posibilidad de asociar el hecho con factores predisponentes”.
Según el especialista, en ningún caso las pruebas psicológicas llegan a conclusiones definitivas pues existen componentes impredecibles y circunstanciales.
Cuando hay cargas de tensión, esos componentes circunstanciales se pueden convertir en lo que los psicólogos llaman factores precipitantes o disparadores.
Eso pareciera ser lo que le ocurrió a Jiménez, donde los hechos resultan desproporcionados con el factor precipitante (traslado de puesto).